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VALENCIA. La ortodoncia ha estado tradicionalmente asociada a la edad adolescente, aunque cada vez son más los adultos que recurren a ella para solucionar problemas de maloclusión, malposición o apiñamientos dentales. La aparición de nuevas técnicas, como la ortodoncia invisible, suponen un factor de motivación adicional para muchos hombres y mujeres, que ya han decidido dar un paso adelante para mejorar su sonrisa.

Los objetivos más habituales de un tratamiento de ortodoncia son solucionar el apiñamiento dental y corregir los problemas de maloclusión, provocados por una incorrecta relación entre los dientes superiores y los inferiores y entre el maxilar superior y la mandíbula.

Por ello, es muy habitual aprovechar la etapa comprendida entre los 8 y los 16 años, cuando el crecimiento óseo todavía no ha finalizado, para llevar a cabo tratamientos interceptivos ortopédicos u ortodónticos. Tal como explica la Dra. Ana Mª González, responsable del área de Ortodoncia en dentalDoctors Centro Odontológico VLC, "en esta etapa, en la que el todavía se está produciendo el cambio de la dentición temporal por la definitiva, resulta más sencillo guiar el crecimiento maxilar y potenciar la correcta funcionalidad de la boca, así como aprovechar los espacios existentes o crearlos con menor dificultad para facilitar la correcta colocación de los dientes".

No obstante, la realidad es que la ortodoncia es hoy también un tratamiento muy extendido entre muchos adultos. La aparición de técnicas más modernas y menos aparatosas ha popularizado la ortodoncia entre la población adulta, que ya ve en ella una opción para alinear correctamente sus dientes, tanto para conseguir una dentadura saludable como para mejorar su estética dental.

SISTEMAS DE ORTODONCIA INVISIBLE

Entre las alternativas a la ortodoncia tradicional, los sistemas más habituales son los que recurren a brackets cerámicos que emulan el color del diente, y aquellos, denominados linguales, en los que se colocan en la cara posterior del diente, con lo que "desaparecen" de la sonrisa.

Existe, asimismo, una tercera alternativa que elimina por completo el uso de brackets y los sustituye por un sistema de férulas transparentes que se cambian a medida que avanza el tratamiento. Respecto a su efectividad, la Dra. González asegura que "la ortodoncia invisible está indicada en una gran cantidad de casos, y permite abordar con éxito tanto tratamientos parciales como casos más complejos".

Es precisamente esta alta efectividad, unida al componente estético, ya que las férulas resultan prácticamente imperceptibles a la vista, están haciendo de este sistema una opción cada vez más demandada en la consulta. Además, este sistema tiene la ventaja añadida de que el paciente puede quitarse las férulas para comer y cepillarse los dientes, lo que aumenta su comodidad frente a la ortodoncia convencional.

En cualquier caso, la Dra. González puntualiza: "Antes de optar por un sistema u otro, e independientemente del objetivo que se pretenda conseguir, antes de un tratamiento de ortodoncia será necesario realizar un estudio completo de cada caso a fin de determinar cuáles son las causas que están provocando la mala posición de los dientes y/o huesos maxilares, y así establecer el mejor tratamiento para corregirlas".

ODONTOLOGÍA INTEGRAL

Al margen de su aplicabilidad para solucionar problemas concretos de maloclusión o apiñamiento dental, la Ortodoncia es una disciplina estrechamente relacionada con todas las demás áreas terapéuticas de la Odontología y en muchas ocasiones se recurre a ella para llevar a cabo tratamientos de estética dental, tratamientos quirúrgicos o de colocación de implantes.

En este sentido, la ortodoncia puede complementar otros tratamientos "permitiendo mover dientes para situarlos en posiciones más favorables, evitando por ejemplo tratar dientes sanos sin necesidad en un posible tratamiento protésico, o abrir espacios que permitan colocar implantes dentales en espacios edéntulos, reponiendo los dientes perdidos", comenta la Dra. González.

No hay que olvidar que la Odontología moderna tiene un carácter multidisciplinar en la que profesionales con diversas especialidades trabajan juntos para coordinar un tratamiento integral en un mismo paciente.