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VALENCIA. Cámara Valencia, la patronal autonómica Cierval, la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y la castellonense CEC afrontan en este nuevo curso el fin del mandato de sus presidentes José Vicente Morata, José Vicente González, Salvador Navarro y el veterano José Roca, en el cargo desde 1987.

Sin embargo, los episodios de dura confrontación interna por el cargo de máximo represente de estas organizaciones son cosa del pasado, por el momento. De hecho, Morata no ha tenido prácticamente oposición al plantear la prórroga de su cargo, que expira este mismo año, hasta que entre en vigor la nueva Ley de Cámaras.

Por su parte, Navarro ya ha confirmado que se presentará a la reelección al frente de la CEV en diciembre de 2015 sin reacciones significativas de sus potenciales oponentes, mientras que bajan tranquilas las aguas en Cierval, donde González termina su primer mandato en julio de ese mismo año.

Distinto es el caso de José Roca en Castellón, que llevará para junio de 2015 un total de 28 años. Mucho tiempo, como reconocen distintos empresarios, pero muy estables y sin que las corrientes que se han planteado renovar la institución hayan conseguido formar un frente consistente que haya salido a la luz pública ni en los tiempos de bonanza.

FALTA DE OPONENTES

Las razones que se plantean para explicar esta falta de movimientos son en gran parte comunes. Una de las principales es el actual contexto económico, en el que la mayor parte de los asociados están más centrados en sacar adelante a sus empresas que en pasar a la esfera pública.

Además, la labor desarrollada por los actuales presidentes no ha contado con decisiones tan controvertidas como para hacerlas indelebles a la hora de hacer balance de sus cuatro años de mandato y permitir sumar apoyos en su contra. "Bastante tienen con lo que tienen", señala un profundo conocedor de los entresijos patronales.

Y es que a nadie se le oculta que la crisis que sufren las propias organizaciones, que han aplicado distintas medidas de reestructuración interna, mudanzas y agrios enfrentamientos con la Generalitat por los impagos, no hacen plato de gusto para muchos sentarse en el puesto de mando.

RECAMBIOS Y ASUNTOS PENDIENTES

Además, una cosa es querer y otra es poder. Los cambios en estas instituciones se suelen ver precedidos por el ascenso de los nuevos líderes a través de las patronales más significativas. Ese fue el caso de González desde la metalúrgica Femeval (la mayor de la Comunitat Valenciana) o de Navarro, procedente de la presidencia de Cepymeval.

Sin embargo, estos puestos están ocupados actualmente por leales, como es el caso deVicente Lafuente en Femeval con González, o directamente han sido redefinidos, como la presidencia de Cepymev, que se ha integrado en la de CEV y se mantiene en la manos de Navarro.

En el caso concreto de la Cámara, los cambios en la legislación que se están ultimando y el ajuste que ha tenido que hacer la entidad (con mudanza a una sede más modesta incluida) ha hecho que se comparta la idea de que Morata complete el proceso de transición legal, aunque esto incluya sumar cuatro años más en el cargo cuando se decida convocar elecciones.

LA POLÍTICA PARA LOS POLÍTICOS

Otro aspecto significativo también pasa por el contexto político. La incertidumbre que se percibe en las encuestas ante los resultados de las elecciones autonómicas de mayo de 2015 no propicia la generación de movimientos que puedan interpretarse desde un punto de vista de político y asocien a sus promotores a una formación política en concreto.

Aunque los líderes patronales se han situado desde un punto de vista ideológico en una línea conservadora, las críticas de González o Navarro a la gestión de la Generalitat les ha permitido abrirse un espacio propio y ha disipado las acusaciones de seguidismo que han recaído en el pasado sobre otros responsables patronales, que podría unir su suerte a la permanencia del Partido Popular en el Consell.