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VALENCIA (EFE). El servicio de Metrovalencia se reforzará durante las dos primeras semanas de septiembre en la Línea 1 (Llíria-Bétera/Villanueva de Castellón) con motivo del inicio del curso escolar, dado que el horario de verano estaba vigente hasta el 12 de septiembre.

Según ha informado Ferrocarrils de la Generalitat en un comunicado, en concreto, serán los días 3 -fecha de la vuelta a las aulas-, 4, 5, 8, 9, 10, 11 y 12 de dicho mes cuando se incrementará el número de trenes de la Línea 1 en las horas punta de primera hora de la mañana y primera de la tarde.

De esta forma, las frecuencias actuales de 40 minutos pasarán a ser de la mitad, 20 minutos, para permitir mejores desplazamientos a los colegios e institutos. Obviamente, el paso de los convoyes por el tramo común en Valencia, el soterrado, también será de la mitad de tiempo.

Las franjas horarias con mayor servicio serán de 6 a 8 horas en Llíria y Bétera y de 7 a 9 en Picassent por la mañana, mientras que por la tarde serán de 14 a 15:30 horas en Llíria y Bétera. Con esta ampliación del servicio, la Línea 1 se ajustará a las frecuencias de 20 minutos que tiene la Línea 3 (Rafelbunyol-Aeroport) en la actualidad.

Además, durante las fechas señaladas, habrá una circulación más en dicha línea a primera hora de la mañana, la de las 5:46 horas. Desde el 23 de junio hasta el 12 de septiembre, Metrovalencia ha modificado los servicios de las líneas 1, 3 y 5, aplicando los horarios propios de las jornadas intermedias de lunes a viernes. La programación de dichos servicios no afecta a los sábados, domingos y festivos, que mantienen el horario habitual del resto del año.

Esta decisión, incluida dentro de las medidas de ahorro implantadas en la empresa en los últimos años, permite adaptar la oferta a la demanda real de los clientes durante los meses de verano y alcanzar una mayor eficiencia, a través de la reorganización de horarios, con el ajuste de los servicios menos utilizados, y la consiguiente reducción de costes.

FGV calcula que el ahorro de esta medida, por la disminución del consumo de energía eléctrica y los costes de personal, es de unos dos millones de euros al año que se reducen de los gastos de explotación de la empresa.