12/05/2011 Desde que llegó al Barcelona, en el verano de 2008, Pep Guardiola no ha hecho otra cosa que ganar. Nueve títulos en tres ejercicios, el último la Liga, y con la perspectiva de la final de la Champions ante el Manchester United a la vuelta de la esquina.

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BARCELONA (EFE). Tres títulos ligueros consecutivos desde que Josep Guardiola está al frente del banquillo y cinco en las últimas siete temporadas son la demostración de que el Barça es el indiscutible dominador, el tirano de la Liga en las últimas campañas.

Es el vigésimo primer título liguero de la historia de un club que en los últimos años ha ido completando su palmarés. Está el Barça en el mejor momento, en el campeonato español (cinco títulos en los últimos siete ejercicios) y en la Champions (dos títulos en los últimos cinco años y clasificado para la semifinal de la presente edición).

Pero Guardiola al que más valor da es al título de casa: "La Liga es la competición más importante". Repite el técnico su discurso y lo demuestran los números que obtiene el Barça, que bate récords desde que él está en el banquillo.

El estilo por encima de todo y la fiabilidad por bandera. Esta temporada, volverá a ser el equipo menos goleado y puede ser también el máximo anotador. Dos derrotas y 29 victorias en 35 partidos. Una barbaridad.

Y también lo es el historial desde que Guardiola se sentó en el banquillo azulgrana en el verano de 2008. Su carrera como técnico ha sido meteórica. De entrenador del filial en Tercera División a técnico del primer equipo en sustitución de Frank Rijkaard, que había agotado su crédito.

El 17 de junio de 2008 se hizo oficial su nombramiento. Parece que ha pasado mucho tiempo, por los títulos conquistados por el Barça, pero de ello no hace ni tres años.

En la primera temporada, su hoja de servicios fue perfecta. Ganó la Liga, con la sentencia en el Bernabéu (2-6), conquistó la Copa (4-1 ante el Athlétic) y la Champions (2-0 frente al Manchester).

A caballo entre una temporada y otra, el Barcelona alzó la Supercopa de España (Athlétic) y también la de Europa (Shakthar Donetsk).

En la segunda temporada de Guardiola al frente del banquillo azulgrana, la 2009-2010, los azulgranas conquistaron otro título nuevo en su historial, el Mundial de Clubes (ante el Estudiantes de La Plata), con lo que completaba lo que hasta entonces había sido un imposible en el mundo del fútbol: seis títulos sobre seis posibles.

La temporada pasada el Barça volvió a levantar la Liga, con récord de puntos incluido y tras una durísima pugna con el Real Madrid. El Sevilla acabó con el sueño copero de los azulgrana y el Inter de Milán, entrenado por Jose Mourinho, el de reeditar el título de la Champions.

Esta temporada, tras el agitado final de campaña pasada con un buen número de futbolistas azulgrana levantado la Copa del Mundo en Sudáfrica, la inició con un nuevo título, el de la Supercopa de España.

En la Copa, su Barcelona alcanzó la final y la perdió ante el Real Madrid, pero se tomó la revancha al eliminar a los blancos en Europa y acceder a la final de la Champions, un título que se decidirá el próximo 28 de mayo en Wembley.

Los números de Pep son incuestionables. Los azulgrana solo han dejado escapar la Copa del Rey de estas dos últimas temporadas y la eliminación de las semifinales de la Champions en la pasada. En total, nueve títulos sobre doce posibles, a tres de media por ejercicio.