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La nueva coordinadora del PPCV ofrece un discurso alineado con Madrid en el que carga contra Zapatero y abronca a los empresarios valencianos 

VALENCIA. La consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, ha llegado con fuerza al puente de mando del PPCV. La coordinadora general del partido, tras relevar a Serafín Castellano en el puesto después de las elecciones europeas, ha puesto en marcha una nueva línea de trabajo de carácter orgánico en estrecha colaboración con las direcciones provinciales.

La nueva responsable de la formación 'popular' ha comenzado a dar juego a dirigentes que no tenían 'cancha' con la anterior dirección y se ha prodigado en actos coordinados con José Císcar, Alfonso Rus y Javier Moliner, los presidentes del PP en Alicante, Valencia y Castellón.

Pero las diferencias no solo se observan en los movimientos internos: desde las bases ven más potente y decidido el discurso de Bonig que el de su predecesor, si bien en ocasiones sus palabras no están exentas de polémica. Y si no, que se lo digan a los empresarios, a los que ha afeado ya en varias ocasiones que ahora se muestren reivindicativos con el Gobierno central cuando en la época de Rodríguez Zapatero, a juicio de la número dos del PPCV, no lo hacían.

A esta andanada, Bonig le añadió el martes unas declaraciones casi retadoras sobre la posibilidad de que surja un nuevo partido desde el entramado empresarial valenciano: "Si algunos quieren hacer política, que me parece muy bien, que se presenten a las elecciones", afirmó en un encuentro informativo con medios de comunicación.

Ahora bien, existen fisuras -cuando no contradicciones- entre el discurso de Bonig y la línea marcada por el Consell. El presidente de la Generalitat y líder del PPCV, Alberto Fabra, ha mostrado su sintonía recientemente con las exigencias a Madrid de los empresarios, algo que ha refrendado en repetidas ocasiones la portavoz del Consell, María José Catalá.

De hecho, en esta línea reinvindicativa se propuso por parte del presidente del Ejecutivo valenciano fijar una cita entre el ministerio de Hacienda, Cristóbal Montoro, y los referentes empresariales de la Comunitat para exponerle cuál es la situación autonómica. Un encuentro que, finalmente, fue pospuesto para septiembre pese a que estaba previsto para julio.

Pese a esta línea de trabajo conjunta, la coordinadora general del PPCV ha mostrado públicamente su opinión más que distante a la postura que muestran ahora los empresarios, más que por el contenido de la misma, por encontrarla tardía, unas manifestaciones que yatuvieron su réplica este miércoles por parte de la patronal.

Así, el discurso centralista se ha intensificado en la coordinadora general del PPCV. También el pasado martes, en el encuentro con los periodistas, asumía el descenso de pretensiones respecto al Corredor Mediterráneo, aceptando que la solución del tercer carril era "buena" y había que asumirla, una disensión más con las pretensiones de buena parte del empresariado valenciano.

Por otro lado, la número dos del PPCV también aprovechó para defender a capa y espada la reforma de la ley para la elección directa de los alcaldes que ha planteado el presidente nacional del partido Mariano Rajoy. "Todos los alcaldes del PPCV están encantados con la propuesta", manifestó Bonig, en lo que implica también un guiño a los que están siendo sus aliados en las direcciones provinciales.

¿PREPARANDO EL TERRENO PARA EL FUTURO? 

¿Qué es lo que busca Bonig? La numantina defensa de todo lo que provenga de Madrid por parte de la coordinadora del PPCV solo tiene una razón para diversas fuentes 'populares': la consellera quiere ser vista desde la capital como una dirigente política en sintonía con los planteamientos de Génova y Moncloa aunque, eso sí, con una personalidad más vehemente y enérgica que la de Fabra. A juicio de las fuentes 'populares' consultadas, el objetivo de este discurso, al margen de la opinión coincidente con el mismo por parte de Bonig, es el de elevarse para Madrid como un 'plan B' si se incrementan las dudas respecto a Fabra. 

Si bien en el Consell dan por hecho que el actual presidente será el candidato 'popular' a la Generalitat, la consellera de Infraestructuras parece decidida a utilizar el puesto que ha recibido -tras la orden de Génova de que hubiera cambios en el PPCV- para cobrar protagonismo y lucirse todo lo posible de cara a los responsables nacionales del partido.

Cabe recordar que el actual líder del partido en la Comunitat, Alberto Fabra, fue elegido 'a dedo' desde Madrid sin mediar congreso alguno, por lo que no parece mala estrategia defender a capa y espada cualquier directriz que llega desde la capital. En cualquier caso, todo lo que pueda avanzar Bonig en estos meses en lo que se refiere a notoriedad y respeto en Madrid, le puede servir en caso de que Fabra no consiga retener la Generalitat y haya que plantearse una sucesión.