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Los cinco datos que dispararon las alarmas de Montoro sobre las cuentas valencianas

02/07/2014

Unos planes de estabilidad con promesas de ahorro hinchadas y un arranque de año negativo en la recudación de impuestos propios dibujan un escenario que el Ministerio de Hacienda cree irreversible

VALENCIA (JOAQUIM CLEMENTE). La Comunitat Valenciana se encuentra en un callejón de difícil salida ante la imposibilidad de cumplir con los objetivos de estabilidad presupuestaria que ha ido marcando el Gobierno año tras año. El fuerte desfase de gastos e ingresos del que viene la Generalitat se antoja imposible de reducir más allá de lo ya conseguido. Esa es la conclusión a la que ha llegado el Consell de Alberto Fabra, con Juan Carlos Moragues a la cabeza, si no hay un nuevo modelo de financiación.

Pero para el Ministerio de Hacienda la situación es ligeramente distinta. Los últimos meses han sido claves para que en el departamento que dirige Cristobal Montoro haya empezado a preocupar seriamente el reiterado incumplimiento y consideran que la Generalitat no se está aplicando lo suficiente en el trabajo de reducir el déficit, tal y como dijo Antonio Beteta en su polémica visita a Valencia delante de Moragues. 

Existe un malestar en el Ministerio de Hacienda con la actitud de la Comunitat Valenciana y que surge del análisis de la ejecución de los planes de estabilidad financiera que ha ido presentado el Consell en los últimos años. La cuestión es que de lo escrito sobre el papel, que formalmente llega a garantizar el cumplimiento del déficit autorizado, a lo que realmente se cumple dista mucho: del 1,6% del PIB autorizado al 2,33%.

Hay algunos elementos clave que han generado las reticencias de Hacienda sobre la acción de Gobierno del Consell. En el caso del análisis del grado de cumplimiento de plan del 2013 presentado por la Generalitat hay al menos tres datos que llamaron negativamente la atención del Gobierno:

1. Los objetivos de ingresos que se marcó la Generalitat no se cumplieron de manera notable. La razón fundamental fue que no se ingresaron los 300 millones de euros que se incluyeron por la enajenación de bienes. Se da la circunstancia de que este apartado ha ido apareciendo regularmente en los presupuestos de distintos años de la Generalitat sin que se haya cumplido nunca.

2. Las previsiones de ingresos por impuestos propios de la Generalitat tampoco cumplieron las expectativas que había fijado el Consell, como el de hidrocarburos o los de actos jurídicos documentados y transmisiones documentales. 

3. Aunque la Generalitat vendió una notable reducción general de los gastos, el Ministerio de Hacienda se mostró crítico con ella, ya que se utilizaba la cifra de 2012 para comparar. Ese año se afloraron centenares de millones de euros de facturas en el cajón. Del total ahorrado en 2013 solo el 60% correspondía a las medidas del plan. El resto era pura estadística.

En este tercer capítulo de gastos llama la atención el cuadro que se incluye en el análisis del cumplimiento y que hace referencia a los tres capítulos básicos que la Generalitat considera irrenunciables: sanidad, educación y bienestar social. 

Los recortes afectan a estas áreas, como demuestra su inclusión en el plan, aunque fundamentalmente son aspectos relacionados con el personal interino en educación y la farmacia en Sanidad. Pero el hecho de que la Generalitat prometiese unos recortes que, con la excepción de la educación, se han quedado cortos, abre la puerta a que el Gobierno pueda exigir que se apliquen.

La conclusión del año pasado fue que "la aplicación de las medidas, especialmente en el ámbito de los ingresos, ha sido insuficiente para estar en línea con el cumplimento del objetivo de estabilidad fijado para la Comunitat Valenciana", lo que la obligará "a adoptar medidas adicionales a las ya adoptadas en el ejercicio 2013 que habrán de incluirse en el Plan Económico-Financiero a presentar al Consejo de Política Fiscal y Financiera de acuerdo con lo previsto en La Ley Orgánica 2/2012, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera". 

Pero la gota que ha acabado de colmar el vaso en el Ministerio de Hacienda es el comportamiento de los ingresos en lo que va de año en la Comunitat Valenciana. Según los datos hasta abril recogidos por el departamento de Montoro, la recaudación de los impuestos propios de la Generalitat está lejos de cumplir los objetivos previstos para este año. 

1. El impuesto sobre Sucesiones y Donaciones solo ha recaudado en cuatro meses 29,9 millones cuando hay previstos 236,32 millones. El de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos documentados han 186,89 millones frente a 1.031 millones de previsión. Los ingresos patrimoniales (alquileres, dividendos...) han sido de 1,5 millones frente a los 87 millones previstos y por la venta de bienes reales se han ingresado 260.000 euros frente a los 365 millones previstos.

2. En el apartado de gastos, al Ministerio de Hacienda le ha causado especial malestar la decisión de Moragues de pagar la paga extra que se eliminó en 2012 y que haya decidido recuperar la carrera profesional, que estaba congelada, ya que esto supondrá mayores gastos. 

Estos cinco puntos y la negativa de el Consell a seguir trabajando en el recorte del gasto y en la mejora de ingresos vía los impuestos propios, es el que ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que se apliquen las medidas coercitivas que se recogen en la ley de estabilidad.

 

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1 comentario

Carlos Marco escribió
02/07/2014 12:00

Moragues no ha decidido pagar la extra de 2012. En primer lugar, las reiteradas sentencias de tribunales con efectos individuales han hecho que pacte la ampliación de oficio, para evitar la extensión de sentencia que el conjunto de los funcionarios de la Generalitat ya estaban solicitando. No ha sido por lo tanto, una decisión voluntaria. En segundo lugar, el pago no se refiere al conjunto de la extra si no al cómputo correspondiente desde el momento del inicio del devengo hasta la fecha en que se aprobó la supresión. Creo que no llega a dos meses. Se hizo mal y los tribunales han obligado a rectificar. No sé si se columpian Montoro y Beteta o Valencia Plaza.

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