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VALENCIA (CP/EP). A ritmo de la canción de Pharrell Williams 'Happy', con todo el público de pie bailando y animando en la platea. Así concluyó este viernes noche en el Teatro Principal de Valencia la gala de la clausura de la 29 edición del Festival Internacional de Cine Cinema Jove. Una gala que tuvo como protagonista al director de cine Joachim Lafosse (Bruselas, 1975), quien fue homenajeado por el festival por su trayectoria cinematográfica.

Lafosse es uno de los cineastas presentados en España por el festival valenciano, ya que compitió por primera vez en el certamen con Propiedad privada y, posteriormente, lo ganó con Elève libre. Ahora, ha vuelto a Cinema Jove tras su éxito en Cannes con Perder la razón y después de finalizar su último rodaja en Marruecos.

Sobre este último proyecto, el director ha comentado que es una película "menos de festival" y algo más mayoritaria. En este sentido, ha matizado que aunque la división importante es entre "las películas buenas y las malas", es cierto que "cuando empiezas estás instalado en la introspección porque piensas que es la vía, pero poco a poco vas buscando otras cosas". "Yo ahora quiero ampliar mi mirada", aseguró en un encuentro mantenido con periodistas en Valencia, horas antes de la gala.

Aun así, Lafosse no quiere renunciar a mostrar al espectador cosas que, en ocasiones, son incómodas y, por ello, ha reconocido que en su producción puede existir una cierta "contradicción" a la hora de encontrar el "equilibrio" entre el deseo de hacer cine que "guste a la gente y que se vea" y de, al mismo tiempo, abordar cosas que hagan pensar.

En este sentido asegura que el trabajo de un realizador es "dar vida a los personajes; salir de la información para centrarse en los personajes". "El periodista debe buscar los hechos, el juez la verdad y el director al personaje,aunque eso no quiere decir que esté instalado en la realidad", ha agregado. 

BATMAN Y JOKER

Otro de los rasgos de la obra del belga es, según ha comentado, mostrar personajes que en principio parecen "luminosos y encantadores" pero que, al final, dan un giro y enseñan una cara distinta. En este punto, ha manifestado que le encantaría que algún director europeo "crear un superhéroe al modo de los de Hollywood pero que al final diera un vuelco e hiciera pensar al espectador que se ha equivocado de sala", una especie de "Batman que al quitarse la máscara resultara ser el Joker", ha resumido.

Joachim Lafosse ha trabajado también como guionista, autor y director teatral, y, según ha confesado, se ha planteado hacerlo como actor pero le da algo de vergüenza. "Se dice que los actores son narcisistas pero quizás lo seamos más los demás porque ellos no tiene sentido de ridículo y, cuando un guionista escribe una escena horrorosa, el actor tiene que interpretarla y es él quien hace el ridículo y todos han pasado alguna vez por ahí", ha razonado.

Finalmente, y preguntado por su opinión acerca de si existe una "tendencia" en el cine belga, ha ironizado al contestar que las únicas películas belgas que tienen cosas en común "son las malas".

Lafosse recibió el Premio Luna de Valencia especial en reconocimiento a su trayectoria en una ceremonia que se celebrará a partir de las 22.00 horas en el Teatro Principal y que pondrá punto y final a una nueva edición del encuentro cinematográfico.

En la gala, que presentó la actriz Ana Álvarez, también se dieron los galardones del palmarés oficial, encabezado por al película suiza Cherry Pie, que se ha proclamado ganadora en la Sección de Largometrajes.

Presentado en los festivales de cine de Locarno y Rotterdam, es el primer largometraje de Merz, un film independiente en el que ha sido además guionista, productor, director de fotografía y montador. Narra la historia de Zoé, una joven que quiere huir de sí misma. Con un estilo austero y prácticamente sin diálogos, una cámara en mano le sigue a través de carreteras, gasolineras o estaciones de servicio.

Por su parte el cortometraje Matka, de Lucasz Ostalski, ha ganado el premio a mejor cortometraje. Narra cómo Malgorzata, una reputada política, se dirige a su casa en el lago porque su hijo drogadicto necesita su ayuda, al que encuentra semiinconsciente y con el cuerpo destrozado de una joven.

En este categoría el cortometraje valenciano Bikini de Óscar Bernàcer ha logrado el premio Pasarela con lo que continúa su carrera de éxitos tras triunfar en en el Festival Nacional de Cortos de Ávila Ávilacine y conseguir el primer premio en el Festival de Cortometrajes de Medina del Campo.

El final de fiesta, nunca mejor dicho, fue el baile al ritmo de la celebérrima canción de Williams, con todo el público siguiéndola de pie con palmas, tal y como se puede comprobar en algunos vídeos compartidos en las redes sociales.