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VALENCIA. El secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, ejerció este lunes de hombre de negro que vigila las cuentas de la Comunitat Valenciana. "He venido a calmar los ánimos que estaban caldeados", aseguró el número dos del ministro Cristobal Montoro en referencia a las quejas reiteradas de farmacéuticos y otros sectores de la sanidad, la educación y la dependencia que claman por los impagos acumulados por la Generalitat.
En territorio propio, Beteta convocó con carácter de urgencia en la Delegación del Gobierno a los representantes de todos estos colectivos. El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, pese a que formalmente es quien pagará gracias al préstamo que le ha otorgado el Gobierno a través del Fondo de Liquidez Autonómica, aparecía como un invitado a un acto en el que la voz cantante la llevó el secretario de Estado, flanqueado por su más estrecha colaboradora, la secretaria general de Coordinación Autonómica y Local, Rosana Navarro.
"El Gobierno pagará al Consell 935 millones del sobrante del FLA (Fondo de Liquidez Autonómica) para cubrir déficits de tesorería y la Generalitat deberá comunicar al Ministerio con carácter previo a qué va los va a destinar", recordó Beteta en su intervención tras la primera de las dos reuniones que mantuvo con los colectivos afectados por los impagos.
El control del Gobierno sobre el destino final del dinero que le presta ya existe desde que la Generalitat decidió acogerse a este mecanismo de financiación ante la imposibilidad de recurrir al mercado de forma directa. Pero las imparables dificultades económicas del Consell, pese a los recortes y la reducción del déficit que el propio secretario de Estado alabó, hacen de la Generalitat una administración intervenida de facto.
DE LOS 935 MILLONES, LA MITAD BLINDADOS PARA FARMACIAS
La novedad que aportó la visita de este lunes de Beteta -este martes presenta una conferencia de Moragues- fue saber que las farmacias tienen ya garantizado el cobro de aquí a final de año. Así se desprende de las palabras del secretario de Estado, que señaló que a partir de ahora las boticas cobrarán cada mes del FLA.
Esto supone que de los 935 millones de euros que el Gobierno ha prestado en este segundo tramo del FLA, la Generalitat solo podrá utilizar la mitad para atender impagos del año pasado. El resto tendrá que reservarlo para garantizar los alrededor de 70 millones al mes que cuestan las farmacias valencianas.
El Gobierno se evita con este compromiso y con el control sobre el uso que hace la Generalitat que se repitan escenas como las vividas en la Comunitat Valenciana con la huelga de farmacéuticos.
De hecho, las farmacias tendrán un trato privilegiado en esta inyección de dinero que supone el segundo tramo del FLA. Es el único sector que tiene garantizado el cobro este año. El resto del dinero se usará para pagar facturas de otros colectivos -de universidades a residencias, conciertos hospitalarios o educativos y ayudas a la vivienda, por ejemplo- del año pasado.
Esto supone un paso más en el control del Gobierno sobre las cuentas de la Generalitat, al fijar el destino de los préstamos que concede a las maltrechas arcas autonómicas.
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