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ENTREVISTA

Andrés Neuman:
"El lenguaje es el campo
de batalla de lo que más nos importa"

EUGENIO VIÑAS. 17/06/2014 Publica 'Barbarismos', la cara B de las palabras en un diccionario lleno de humor para la reflexión lingüística

VALENCIA. "El lenguaje me sobresalta todo", dice el escritor Andrés Neuman cuando habla de su última publicación. Barbarismos (Páginas de Espuma, 2014) es un manual de trabajo para los usuarios de la palabra, sin distinción por experiencia y políticamente incorrectos. Una colección ordenada de ‘definiciones' que funciona como un todo aunque funciona perfectamente desgranada. Tuiteada, incluso.

En las redes sociales el también ensayista y poeta muestra el esplendor de su condición como filólogo, porque barbarismos es un juego sobre los términos y con ellos: "el lenguaje es el campo de batalla de lo que más nos importa". En ese escenario Neuman ha sumado guerreros sin cesar en apenas 37 años. Novelas (Bariloche, La vida en las ventanas, Una vez Argentina, El viajero del siglo y Hablar solos), libros de cuentos (El que espera, El último minuto, Alumbramiento, El fin de la lectura y Hacerse el muerto) y poemarios (Métodos de la noche, El jugador de billar, La canción del antílope, Mística abajo, Gotas negras, Sonetos del extraño Patio de locos y No sé por qué) no son sus únicos libros publicados. 

Además, cuenta con uno de los blogs más populares de los literatos online en lengua castellana, colabora con medios de comunicación escritos y defiende su pasión por el fútbol tras aceptar una vida en la que no logró ser el salvador mesiánico de la selección argentina ni pieza fundamental del juego asociativo en La Roja:

-¿Cómo vives un verano de Mundial con tu consabida devoción por el fútbol?
-Disfruto mucho de todo lo que sucede durante este mes. Mi único sufrimiento es que puedan enfrentarse España y Argentina. De hecho, la única prueba tangible que poseo de que Dios existe es precisamente esa, la de que nunca se hayan enfrentado. ¡Y a veces han estado a punto! Por ejemplo, en el último Mundial. Sería insoportable para mí. 

-En Barbarismos reduces el fútbol a la participación de 22 hombres.
-No solo eso. También hay definiciones para ‘Gol' y ‘Goleador'. Es muy interesante la forma de construir el lenguaje en torno al gol. El ‘Goleador' es en Barbarismos el individuo que celebra lo que merecieron otros. Porque parece que es un solo portavoz el que se lleva todo el protagonismo de un equipo.

-¿Cómo define el fútbol a aquellos que ‘lo hablan'?
-Define a un pueblo, seguro. Por ejemplo, Argentina es una sociedad mesiánica, que necesita de un solo hombre para ser salvada. Maradona, Messi... Por el contrario, España ha construido un modelo colectivo que también refleja en cierta medida su forma de ser.

-¿Cuál es la calidad del lenguaje creado en torno al fútbol?
-A mí me gusta mucho Santiago Segurola, por ejemplo. Pero me apasionan los distintos estilos, desde los más épicos hasta los más directos.

-El formato de Barbarismos parece muy directo. ¿Necesitabas un cambio de ritmo u oxigenarte de alguna manera en tu ingente creación?
-Nunca he establecido jerarquías de dedicación entre los libros. Nunca los planteo como un descanso entre unos y otros y, como decía un escritor, .

-¿Hasta que punto busca Barbarismos una confrontación con la Academia de la Lengua?
-En tanto en cuanto se asegura por su parte que el lenguaje no es sexista ni no sexista, sino que refleja a la sociedad, cuando debajo de esto te cuelan un montón de decisiones invisibles. Por ejemplo, en unos pocos meses decidieron incluir la palabra 'tuit'. Una palabra que, seguramente, desaparecerá de la próxima edición por lo efímero de la tecnología. Sin embargo seguimos aceptando que una de las acepciones de la palabra jueza sea 'esposa del juez'. 

-¿Cuál es el motivo de estas decisiones con respecto al lenguaje y la mujer?
-El mismo miedo por el cual huérfano es el que ha perdido especialmente al padre. Cuando empecé a estudiar en mi diccionario ‘alcaldesa' seguía siendo la mujer del alcalde. ¡Y eso que ya había una grandísima cantidad de alcaldesas en España!

-El formato es de contrastes. Por un lado, es un trabajo tuiteable. Por otro, se encorseta sobre una fórmula de diccionario.
-Me interesaba mucho también transgredir ese espacio venerable que son los diccionarios. Lo que representan, la época en la que surgen y ahora son también un vehículo rápido que cabe en 140 caracteres. O mejor dicho, ahora en 118.

-Por cierto, ¿en Twitter eres más vouyeur o te gusta participar?
-Soy más mirón que exhibicionista. La literatura es vampira y yo me sirvo de otras historias. Se dice que los escritores necesitan tener que decir, pero lo que verdaderamente necesitan es tener que observar.

-¿Vampirizas también en este ámbito?
-Lo que el escritor hace es ‘cabronamente', bárbaramente, vampiriza los mejores sentimientos. Porque mis mejores sentimientos no son para tanto, mientras que los mejores de todos aquellos que me rodean, los que puedo ver, los más conflictivos e interesantes, son los que ayudan al escritor. Mirar por la ventana es tan o más importante que hacer introspección.

-En cualquier caso, en Barbarismos vuelve a jugar un papel capital el humor.
-El humor es de lo más importante. Y me río de los argentinos, nacionalidad que poseo, de los españoles, nacionalidad que adquirí y también de los novelistas o los futboleros. Porque el humor es incomodidad y autocrítica. No hay crítica sin autocrítica. 

-Pero en este caso vertebra un lenguaje combativo, que trata de incidir.
-El humor sirve para reflexionar, desde luego. Es un instrumento combativo y transgresor, por eso que no es igual que el chiste. En el chiste con la carcajada se acaba la historia; pertenece al mundo del entretenimiento. Por su parte, en el humor todo se inicia con la carcajada. Se prende la chispa de la reflexión, el cambio de opinión, se despierta un sentimiento...

-En Barbarismos se muestra ‘la cara B' de las palabras. ¿Tienen ideología? ¿Cómo convives con la ‘malversación' del lenguaje?
-Bueno, hay que entender que no existe lenguaje perverso sino personas perversas. Son esas personas las que manipulan y si hay un lenguaje contaminado es porque es fruto de la sociedad que así lo utiliza. Y sí, somos una comunidad de hablantes perversos.

-Por ejemplo, dinos un término que demuestre ese conflicto en Barbarismos.
-‘Maternidad', que lo escribí con el conflicto abierto. Ahora parece que habrá mujeres que serán madres aunque no quieran. En Barbarismos está definida esta palabra con dos acepciones: 1) Arte de amamantar al futuro misógino. Porque el machismo no es una cuestión de genitales. Y 2) Momento de plenitud de una trabajadora antes de ser despedida.

-Con estas definiciones vemos que también has hecho un ejercicio de contención.
-Mi objetivo era mostrar de una forma concisa el lado más silenciado de las expresiones. Aun así, espero que a mucha gente no le parezca bien. Lo extraño sería que alguien aceptara todas las palabras definidas en Barbarismos.

-Por el momento, se está tuiteando mucho.

-A eso ayuda mucho el formato, pero hay tutis a favor y en contra. Por ejemplo, con términos que yo veo como una contradicción de lo que se extiende por su uso habitual: ‘Sexo', episodio carnal que le sucede a otros, u ‘Hospital',capital del descreído.

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