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Giacomo Puccini. Turandot
Chen Kaige, dirección de escena
Allex Aguilera, reposición
Luiu King, escenografía
Lise Lindstrom, Javier Agulló, Alexander Tsymbalyuk, Jorge de León, Jessica Nuccio, Germán Olvera, Valentino Buzza, Pablo García López, Ventseslav Anastasov, Carmen Avivar, Jacqueline Squarcia
Escolania de la Mare de Déu dels Desemparats
Luis Garrido, director
Cor de la Generalitat Valenciana
Francesc Perales, director
Orquestra de la Comunitat Valenciana
Zubin Mehta, dirección musical
VII Festival del Mediterrani
Palau de les Arts, Valencia, 13 de junio de 2014

VALENCIA. Parece que esta producción de Turandot que firma el cineasta Chen Kaige está convirtiéndose en símbolo de despedida en el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia. Con ella cerró Lorin Maazel en abril de 2009 su breve titularidad al frente de la orquesta residente en la gran y problemática castaña de Santiago Calatrava, y ahora sirve de muy probable despedida a Zubin Mehta, que ha rechazado ese puesto y tiene más que en el aire continuar al frente de un Festival del Mediterrani que parece tocado de muerte. 

El ambiente de dolorosa separación se respiraba en la segunda representación de la obra (la tercera y última está prevista el domingo 15), si bien se había calmado algo la agitación del primer día en que hubo abucheos a la consellera de Cultura, María José Català, y lanzamiento de octavillas en las que se pedía que el músico de Bombay no deje Valencia. Mehta fue recibido con el público en pie, que aplaudió a rabiar a director y orquesta no solo al principio, sino también en los dos entreactos. La ovación final duró 11 minutos.

Ambiente emotivo, pues, pero mayor serenidad que en la sesión del estreno, en la que el nerviosismo parece que contagió a la orquesta en los momentos iniciales, por lo que relatan las crónicas. En esta ocasión todo estuvo en su sitio. La orquesta brilló a su altísimo nivel acostumbrado y los coros cumplieron su cometido musical y escénico en una producción vista ya tres veces en ese teatro y cuya belleza no oculta un tradicionalismo puede que excesivo y una concepción plástica algo aburrida por frontal y central. Esta obra es una de las preferidas de Mehta, que tiene una grabación de estudio de 1973 en Decca, de auténtica referencia, con voces de campanillas (Sutherland, Pavarotti, Caballé, Ghiaurov, Pears, Krause) aunque puede que no en todos los casos las más adecuadas a sus papeles respectivos.

Esta ópera, la última de Puccini, redonda en su concepción y enormemente afortunada en lo musical, fue acabada por Franco Alfano y su final recortado por Arturo Toscanini en la versión que se representa habitualmente, ya que el compositor murió víctima de un cáncer de garganta antes de concluirla. La obra tiene unas grandes exigencias vocales, especialmente en los papeles de la princesa Turandot, que es con frecuencia cantado por sopranos wagnerianas, y el noble extranjero Calaf.

La soprano Lise Lidstrom, de espléndida figura escénica, hizo alardes de potencia en su difícil papel, y su voz no fue nunca devorada por la orquesta, si bien en ocasiones su emisión rayó en el grito y eso repercutió en una cierta falta de precisión en la afinación, especialmente en el segundo acto. Jorge de León empezó con una cierta inseguridad y un vibrato algo descontrolado en el primer acto, pero se fue afianzando y llegó a bordar el 'Nessun dorma', con una emisión redonda que no tapó en ningún momento la poderosa orquesta.

Jessica Nuccio fue una Liù dulce que exhibió un muy bello filato, especialmente en el 'Signore ascolta!' del primer acto, y Alexánder Tsymbalyuk, que repetía en Valencia como Timur, construyó un personaje pleno de nobleza y redondo en lo vocal. Espléndidos en lo vocal y lo dramático los Ping, Pang y Pong de Germán Olvera, Valentino Buzza y Pablo García López. El público premió a todos con emotivos aplausos y bravos que eran a la vez despedida a Mehta y deseo de que no se vaya.