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VALENCIA. La previsión de una paulatina estabilización económica ha vuelto a hacer de la Comunitat Valenciana una tierra de oportunidades de negocio legal. Sin embargo, si ya era dura la competencia entre las firmas que contaban con sede o delegación en el territorio, otras relevantes firmas que hasta ahora se habían concentrado en Madrid y Barcelona han ampliado el campo de acción.

Emergentes despachos locales como Broseta, Olleros o Magdaleno hace tiempo que se están batiendo el cobre con los veteranos Cuatrecasas, Uria y Menéndez, Garriges, Gómez-Acebo & Pombo y frente al 'big four', formado por las multinacionales PwC, KPMG, Deloitte y EY (Ernst & Young), principalmente en Valencia, pero también con sus incursiones en Madrid, Barcelona y Bilbao.

Por ese motivo, las acciones comerciales de determinados primeros espada que no habían recalado especialmente en la Comunitat Valenciana, como Baker & McKenzie o Clifford Chance, han dado que hablar. Hasta ahora estas firmas habían ido orientadas a grandes compañías que podían sacarle partido a sus servicios, pero "nadie se puede poner muy exquisito, con la que está cayendo", asegura un destacado letrado valenciano.

NUEVOS RIVALES

Por el momento, no se prevé que ninguno de los ausentes abra delegación, pero eso no impide que puedan ofrecer servicios específicos a compañías locales, echando mano del AVE Madrid-Valencia con mayor regularidad de la que lo habían hecho hasta ahora.

Uno de los más observados últimamente es Baker & McKenzie, que la pasada semana patrocinó las jornadas 'Internacionalización de la empresa española: Colombia, Perú, México' de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y su presidente, Manuel Pizarro, varios de sus socios intervinieron como ponentes y coordinadores de mesa redonda con empresas locales como Grupo Dominguis, Torrescámara o Fritta.

Su estrategia pasa por incidir en el negocio que se abre ante la idea de que el cliente pide a los despachos mucho más de lo que se planteaba hasta ahora, aprovechando el conocimiento de estas firmas para plantear proyectos empresariales y no sólo para solventar dudas legales.

SERVICIOS COMPLEMENTARIOS

"Cada vez más firmas internacionales también ejercen de asesores de negocio para actividades de empresas locales en otros países y no sólo como consultores legales. Conocen el destino, los sectores y las oportunidades de negocio", aseguró Alberto Alonso Ureba, socio de Baker & McKenzie al nutrido grupo de empresarios que asistían al acto. 

La cartera de servicios que se plantea en estos casos pasa por ordenar la empresa accionarial o familiarmente y buscar potenciales socios antes de plantear un crecimiento local, internacional o para una reestructuración a fondo de aspectos relevantes en la empresa desde un punto de vista productivo, laboral o mercantil.

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