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LA TERCERA SECRETARIA DE COMUNICACIÓN EN ESTA LEGISLATURA

Fabra se ve obligado a reconocer el error de nombrar a Johnson

X. AGUAR / J. CLEMENTE. 23/05/2014 La línea roja del presidente obliga a la dimisión de la secretaria de Comunicación tras ser imputada por la denuncia de Compromís

VALENCIA. Presidencia de la Generalitat volvió a sufrir este jueves una fuerte sacudida con la dimisión de la secretaria autonómica de Comunicación, Lola Johnson. El cese de la dirigente se producía tras ser llamada a declarar como imputada por posible comisión de delitos de apropiación indebida, administración desleal y malversación de caudales públicos durante su etapa de directora de Televisión Valenciana. Una denuncia interpuesta por Compromís que también afecta a otros exresponsables RTVV como Lluís Motes, Luis Redondo, José López Jaraba y Nuria Romeral.

El nombramiento de Johnson el pasado mes de diciembre causó sorpresa en las propias filas 'populares'. La exconsellera había sido destituida por el propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, en esta legislatura, por lo que pocos entendieron que la recuperara para un cargo del segundo escalón aunque con importante visibilidad como el área de Comunicación.

Johnson, que había pasado a realizar labores en el PPCV bajo el ala del secretario general, Serafín Castellano, reaparecía así en un puesto de relevancia en el Gobierno valenciano tras la revolución en el equipo de Comunicación que llevó a cabo el jefe del Consell el pasado mes de diciembre y que terminó con la destitución de seis cargos, entre los que se encontraba la propia secretaria autonómica de Comunicación, Paula Meseguer.

Como ya informó este diario, el presidente Fabra había tomado la decisión de cambiar la estrategia en un área delicada como la Comunicación y entregarse al llamado 'viejo PP': apoyarse en Serafín Castellano para el control y dirección del partido y repescar a Johnson, dirigente destacada en la etapa de Francisco Camps.

Morera, flanqueado por Sebastiá y Xambó

En distintos cuadros del PPCV se avistó el peligro. Más allá de las habilidades para ese departamento de Lola Johnson, su paso por TVV o el propio Consell en etapas anteriores la convertían en una responsable política con posibilidades de ser salpicada por algún proceso judicial. Esta circunstancia no era baladí, debido precisamente a la cruzada que inició Fabra desde su llegada al cargo de establecer una 'línea roja' contra los posibles casos de corrupción. Este límite, en su origen al menos, apuntaba a la destitución en el Consell y en el partido -cargos que dependen de Fabra- de cualquier dirigente que fuera imputado en una causa de este tipo. 

Con esta premisa, fichar a Johnson como secretaria autonómica de Comunicación se antojaba, a juicio de diversos dirigentes 'populares', una opción de riesgo. El presidente, no obstante, adoptó la decisión y ahora, cinco meses después, se ha visto obligado a rectificar siguiendo el código que ha establecido.

Como era de prever, desde la oposición se había alimentado la posibilidad de atacar al núcleo duro del presidente por esta vía. De hecho, otro de los casos sobre los que PSPV y Esquerra Unida han centrado sus esfuerzos en los últimos meses es la posible malversación de fondos públicos en la compra de Valmor. Un caso que también podría salpicar a Johnson puesto que era la presidenta del Consejo de Administración del Circuito del Motor y portavoz del Consell cuando se formalizó la operación de absorción con deuda incluida. Este asunto, que amenaza con traer cola, sí pertenece al mandato de Fabra. 

Johnson junto a Esther Pastor. FOTO: E. MÁÑEZ

Pese a esta brecha abierta por PSPV y EU, ha sido Compromís el que, con la denuncia presentada en marzo sobre RTVV hecha pública ayer, ha conseguido poner a Presidencia contra las cuerdas y forzar la dimisión de Johnson, más allá de que la imputación pueda tener o no recorrido posteriormente.

Entre los dirigentes 'populares' consultados por este diario, la dimisión de la secretaria de Comunicación fue acogida con cierta resignación, entre la censura a la línea roja marcada por el presidente de la que "saca partido la oposición" y las críticas por la "torpeza" de repescar a una dirigente con una trayectoria factible de ser torpedeada a través de procesos judiciales. 

Así pues, Fabra deberá buscar su cuarto o cuarta responsable de este área de la legislatura. Las distintas fuentes consultadas rechazan aventurarse con quinielas y opinan que el presidente se tomará un tiempo para elegir sucesor, con lo que el líder del PPCV apunta a enfrentarse a los resultados de las elecciones europeas del domingo sin una jefa de Comunicación.

 

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