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VALENCIA. En menos de un mes, en concreto el próximo 25 de mayo, se celebrarán las elecciones europeas. Unos comicios que, además de la importancia que suponen de cara a la configuración del Parlamento Europeo, poseen el atractivo de reflejar cuál es la situación de los dos grandes partidos (PP y PSOE) así como la potencia real de ‘fuego' de la que disponen los minoritarios y las fuerzas de nuevo cuño.

Por si esto no tuviera el suficiente ‘gancho', en la Comunitat Valenciana hay que añadir un plus de importancia a esta cita con las urnas: el examen al que se enfrenta el PP regional que preside Alberto Fabra. Una prueba que ha tomado más interés si cabe tras la encuesta presentada por los socialistas valencianos la pasada semana en la que, por primera vez en 23 años, los ‘populares' no eran la fuerza más votada de cara a las elecciones autonómicas de 2015.

Y por supuesto, y no menos relevante, será el 'test de estrés' que supondrán los comicios a título personal para un líder con dificultades como es Alberto Fabra. Las voces que han cuestionado su futura candidatura en privado se han difuminado en los últimos tiempos, pero esto no significa que el ambiente no continúe soportando una atmósfera enrarecida ante la incertidumbre de los resultados europeos en la Comunitat Valenciana.

De hecho, en los últimos meses, se ha hablado de nombres alternativos para la candidatura a la Generalitat de 2015 por parte del PPCV o, en su defecto, para dibujar una nueva línea de liderazgo si el actual jefe del Consell no consigue mantener el gobierno.

Así, la consellera de Educación, María José Catalá, o incluso la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, han sido señaladas desde distintos sectores del partido como dirigentes con futuro y ambición si la trayectoria de Fabra se tuerce. Curiosamente, distintas fuentes de las direcciones provinciales del PPCV empiezan a insistir cada vez más con otro nombre: el de la consellera de Infraestructuras y secretaria general del PP de Castellón, Isabel Bonig.

De hecho, según diferentes fuentes del partido de las tres provincias, la titular de Infraestructuras es vista con mejores ojos por las cúpulas directivas tanto de Castellón (a la que pertenece), como de Valencia y Alicante, donde no terminan de confiar en Catalá y Alonso. Además, Bonig también goza de ciertas simpatías entre sectores del llamado campismo. 

ABRE LA PUERTA A LAS PRIMARIAS  

La exalcaldesa de la Vall d'Uixó ha sido noticia estos días por defender en una entrevista la opción de las elecciones primarias, un procedimiento ignorado hasta ahora por el PPCV aunque propuesto por referentes como Esperanza Aguirre. Además de contar con una buena valoración política dentro del partido, especialmente de las citadas estructuras provinciales, este discurso regenerador de Bonig resulta atractivo para, al menos, una parte importante de la militancia.

Ahora bien, cabe recordar que la formación 'popular' no viene funcionando así. De hecho, el propio Fabra fue elegido de forma directa -y sin celebrar un congreso- por la dirección nacional del PP o, lo que es lo mismo, por Mariano Rajoy. Aparte de esto, el propio secretario general del partido, Serafín Castellano, se ha desmarcado recientemente y de forma pública de este tipo de procedimientos internos.

En este sentido, no es la única que ha hablado de regeneración dentro del PPCV. El vicesecretario general del partido, César Sánchez, también ha propuesto, entre otras, medidas aperturistas como las listas abiertas. Unas reflexiones que llevan a pensar que dentro del PP comienzan a existir dirigentes con líneas discursivas nuevas que apuntan a la renovación tanto interna como en la relación con el electorado. Un escenario que deberá atender Fabra si goza de continuidad o, en su defecto, donde pueden cobrar mayor fuerza nombres como el de Bonig.

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