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Miguel Martín, el azote de las cajas "zombies"

VALENCIAPLAZA.COM. 23/04/2014 Miguel Martín, la voz de la patronal bancaria durante los últimos ocho años y el gran defensor de que desaparecieran cuanto antes las cajas inviables, a las que bautizó como entidades "zombies", se ha despedido hoy de la presidencia de la Asociación Española de Banca (AEB)

MADRID (EFECOM/Raimundo Díaz). Cede el testigo a José María Roldán, exdirector general de regulación del Banco de España, y deja atrás un puesto en el que siempre dio la sensación de sentirse cómodo y desde el que reivindicaba el papel de la banca en la economía, a pesar de que en los últimos años la imagen del sector cayera por los suelos.

En el foco de todas las miradas y con el drama de los desahucios, la estafa de las preferentes, las cláusulas suelo y las ingentes ayudas públicas recibidas por las entidades financieras, Martín reconoció errores de los bancos pero marcó distancia con las cajas.

Es más, hacía hincapié siempre que podía en pedir que las cajas y los grupos creadas por éstas que eran inviables desaparecieran, con el argumento de que eran entidades "zombies" incapaces de ayudar a que el crédito fluyera y la economía saliera de la crisis.

Además, durante años insistió en que, a diferencia de las cajas, ningún banco español había necesitado ayudas públicas, singularidad que más tarde ya no destacaba pues el Banco Sabadell y BBVA se adjudicaron, respectivamente, la CAM y Unnim por un euro y garantías para cubrir morosidad futura que, en definitiva, eran ayudas.

También resultó llamativo que tras la intervención y el rescate del Banco de Valencia -uno de sus asociados-, Martín no dudara en afirmar que era "el banco más parecido a una caja que conocía" puesto que estaba controlado por Bancaja, integrada luego en Bankia.

Al presidente saliente, de 70 años y natural de Jerez de la Frontera (Cádiz), le gustaba hablar como portavoz de la AEB con claridad y cierta ironía, incluso para mostrar su contrariedad con algunas decisiones del Gobierno, aunque esto no siempre agradara a sus asociados, que a veces preferían ser más condescendientes.

Su mandato (marzo 2006-abril 2014) se ha visto marcado no solo por la importante concentración bancaria, que ha reducido el número de entidades a una docena, sino también, por la regulación y las mayores exigencias de capital, un reto que persiste y al que tendrá que hacer frente ahora el nuevo presidente de la AEB.

La Unión Bancaria también será decisiva ya que, como ha advertido hoy Martín, el futuro de la banca española depende de Europa, donde se debe actuar de forma coordinada para afrontar mejor las crisis.

El que fuera director general del Tesoro (1978); presidente del ICO, el Instituto de Crédito Oficial (1982), subsecretario del Ministerio de Economía (1984) y subgobernador del Banco de España (1992) decidió en 2013 no presentarse a la reelección a un tercer mandato al frente de la patronal bancaria.

Allanó así el camino para que los bancos propusieran a Roldán, lo que generó malestar en el Ministerio de Economía, si bien Martín ha destacado hoy la "independencia" con la que actuó su sucesor en los trece años como director de regulación del Banco de España.

Según Martín, el nuevo presidente de la AEB fue independiente y no favoreció a la banca en ningún momento, sino que "hizo lo que tenía que hacer", por eso considera que "no hay ninguna duda de que ha sido una buena elección".

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