X AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar Más información
GRUPO PLAZA
PRESIDENCIA DEL VALENCIA CF

Rus vs Fabra
¿Va a ser este el gran problema del PP?

X. AGUAR. 14/04/2014 Salvado el trance de la lista europea y al margen del examen que suponen los comicios, la venta del club puede abrir unas heridas muy difíciles de cerrar para el líder 'popular'

 

VALENCIA. El esperpento habita con comodidad en Valencia. La última noticia que ha removido los cimientos de la capital del Turia, el intento de secuestro a Vicente Soriano presuntamente planeado por Juan Soler, sería más propia de El Mundo Today que de la realidad de una región desarrollada. Sin embargo, así ha ocurrido.

Bajo esta premisa, no resulta tan chocante revelar que uno de los mayores problemas a los que se va enfrentar en las próximas semanas el presidente de la Generalitat Valenciana y líder del PPCV, Alberto Fabra, es la ambición por parte de Alfonso Rus de convertirse en el director de orquesta del Valencia CF.

Bien es cierto que las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina, que el problema del paro sigue siendo aterrador, que Les Corts pasa apuros para pagar las cintas de vídeo, que la Comunitat Valenciana continúa endeudándose sin tener fecha definida para un nuevo sistema de financiación o que el Gobierno valenciano, en definitiva, va a seguir sufriendo para no engordar la lista de impagados. Minucias.

A corto plazo, el mayor problema para el PP de la Comunitat Valenciana, el partido que gobierna y que cuenta con unos 150.000 afiliados según ellos mismos aseguran, amenaza con ser la presidencia del Valencia CF. El cruce de declaraciones entre Fabra y Rus de la pasada semana evidencia dos posiciones radicalmente opuestas que, de no aproximarse en los días venideros, llevarán a un conflicto de dimensiones inciertas.

Rus es alcalde de Xàtiva, presidente de la Diputación de Valencia, líder del PP provinicial y diputado autonómico. Aspira con todas sus fuerzas a ponerse al frente del club de Mestalla, pero manteniendo sus otros cargos. Cada uno por sus razones. La vara de mando del municipio es un cetro simbólico que cuesta entregar, el control de la Diputación le otorga la capacidad de invertir y ayudar a los municipios, lo cual retroalimente el músculo de la estructura del barón, el liderazgo en el partido lo ganó a pulso y le convierte en una referencia para los suyos frente a su eterno rival Serafín Castellano y, en Les Corts, siempre conviene estar por lo que pueda pasar. 

El poder de Rus en la provincia, aunque díficil de calcular en porcentaje, es alto. Sus candidatos vencieron en todos los congresos comarcales donde hubo resistencia, impulsada generalmente por Castellano. Así, quitando el control de Valencia ciudad, donde los lugartenientes de Rita Barberá poseen la mayoría, Rus concentra el grupo más numeroso de todo el PPCV. 

¿Es esta razón suficiente para permitirle que se haga con la presidencia del Valencia CF? Como él mismo dijo: "Si gana la mi oferta, será la mejor. Si gana otra, será la mejor". En el proceso, además de los puramente económicos, cuentan otros factores: lo que diga Bankia, para empezar, o lo que opine la Generalitat. A ello hay que sumar lo que piense la afición, que parece hastiada de que la camiseta de su equipo siga relacionándose con el poder político. Una circunstancia que no parece preocupar a Rus, quien confía en su carisma y populismo para meterse a los valencianistas en el bolsillo.

¿QUIÉN VA A CEDER? 

Después de varios lustros de anhelar la presidencia del Valencia CF, el alcalde de Xàtiva ve más cerca que nunca cumplir su sueño y no piensa dar un paso atrás. Por su parte, el jefe del Consell, Alberto Fabra, no está dispuesto a apoyar que Rus obtenga tal recompensa mientras retiene el vasto poder que le otorga el resto de sus responsabilidades. De ser así, pondría en un trampolín a un dirigente que, como ya se ha visto a lo largo de la legislatura, no tiene ningún problema en corregirle, afearle o, simplemente, darle lecciones sobre lo que debe hacer. 

Este es el escenario. Se antoja difícil que si gana una oferta distinta a la que Rus defiende el barón provincial no tenga la sensación de que le han 'hecho la cama' desde el Gobierno valenciano. Por otro lado, se presume complicado que Fabra ceda a la pretensión del alcalde de Xàtiva de presidir el Valencia CF y mantener sus otras competencias. Las soluciones a medio camino, por ejemplo, que Rus dejara el liderazgo en el partido, también son delicadas. 

El presidente Fabra, en definitiva, vuelve a tener un miura que lidiar. Tras superar dignamente la presencia de cuota valenciana en la candidatura europea, se enfrenta a unos comicios que serán un examen para el PP nacional pero también para el de la Comunitat Valenciana. Un mal resultado, sumado a un desastre en la resolución de este conflicto, dejarían muy tocado al jefe del Consell. De la misma manera que salvar estos obstáculos, le permitiría volcarse en el discurso de la recuperación económica para tratar de darle la vuelta a los sondeos de cara a 2015. Todo un reto.

Comparte esta noticia

2 comentarios

Un duelo de altura escribió
14/04/2014 16:53

Todo un duelo de altura entre dos titanes. Cualquiera de los dos nos puede llevar a lo más alto del mundo, como ya hicieron Camps y Zaplana. Tenemos PP para rato.

claramunt escribió
14/04/2014 12:32

Un moment, recapitulem: Rus és alcalde de Xàtiva, president de la Diputació de València, líder del PP provincial, diputat autonòmic, president de l'Olímpic, empresari d'èxit -diu ell- i fumador de puros. Solament aquesta darrera ocupació, com sabem els aficionats ocupa amb protocols i formalitats quasi tot el nostre temps. Ara que com no aspira el fum aspira a fumar-se el València C.F.

Escribe un comentario

Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.

publicidad