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VALENCIA. Casi todo el mundo tenía asumido que el hasta ahora ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, sería la persona que encabezaría la candidatura del PP para las Elecciones Europeas. Cañete aspira a un puesto de comisario y la vía natural para alcanzarlo era resultar previamente elegido en el Parlamento Europeo. Por otra parte, los medios, es de suponer que según lo que les decían las fuentes en el PP, daban por asumido desde hace mucho que Cañete sería la persona escogida por Rajoy. Todo estaba más que claro.

Pero, con Mariano Rajoy, nada es suficientemente previsible. Era muy previsible que Rajoy, sencillamente, indicase tiempo atrás que Cañete iba a ser el candidato. Sin embargo, esta era una previsibilidad poco previsible, por convencional. Alguien como Rajoy necesitaba dar un auténtico espectáculo de previsibilidad, rizar el rizo, ir un poco más allá. Para ello, ha dilatado hasta el puro surrealismo la proclamación de la candidatura, desatando todo tipo de especulaciones y rumores, mareando la perdiz, distrayendo la atención de todo el mundo... y, al final, ha nombrado a Arias Cañete. Como estaba previsto desde el principio, sin duda.

Hemos asistido, fundamentalmente, a una demostración de fuerza de Rajoy. El equivalente a lo que hizo José María Aznar cuando, tras la victoria por mayoría absoluta en 2000, se pasó unas cuantas semanas cavilando sobre a quiénes nombraría ministros y tomando notas en su famoso cuaderno azul: demostrar quién manda, y lo mucho que manda.

La verdadera sorpresa en la candidatura del PP no es quién ocupa el número uno, sino que Esteban González Pons vaya de número dos. Puede leerse como un exilio dorado, una pérdida de preeminencia en la política española, pero quizás no sea tan mala opción para González Pons, si consideramos que las posibles alternativas (una hipotética candidatura en la alcaldía de Valencia, fundamentalmente) en la coyuntura actual difícilmente se verían coronadas por el éxito. También está por ver quién sustituye a Arias Cañete al frente del ministerio de Agricultura. Algún rumor malicioso ubica allí al president de la Generalitat, Alberto Fabra, como salida honrosa con vistas a sustituirle al frente del Consell por otro candidato con más tirón electoral. Aunque esa opción, hoy por hoy, parece bastante improbable.

El PSOE te muestra la mano izquierda mientras se aferra a la derecha

Frente al gusto de Rajoy por dilatar decisiones, el PSOE escogió hace varias semanas a su candidata: Elena Valenciano, la número dos del partido. Una decisión detrás de la cual se adivina un escenario crepuscular de la actual dirección del PSOE, en la que Rubalcaba le habría buscado una salida airosa a su mano derecha antes de que sea previsiblemente sustituido en el liderazgo del PSOE por el vencedor de las primarias que habrán de celebrarse a finales de año.

La campaña del PSOE es fiel reflejo de lo que nos ha proporcionado Elena Valenciano en estos años en los que ha estado en primera línea: mensajes superficiales y "buenistas" combinados con una invocación genérica a principios y valores de la izquierda que siempre permanecen indefinidos, en segundo plano, tras vaporosos mensajes, sustanciados en campañas tan delirantes como #TeTiendolaIzquierda o la que propone que "Hagamos una campaña de abrazos" como vía para recuperar la confianza de la gente.

Sin embargo, mientras tiende su mano izquierda al votante, el PSOE se deja querer por el PP en más y más escenarios. Los tambores de fondo de la Gran Coalición retumban cada vez con más fuerza, ayudados por decisiones como la de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, de retirar las competencias de Vivienda a IU (lo que provocó la suspensión de la coalición de gobierno hasta que se produjo la devolución de dichas competencias); o del propio Secretario General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, de blindar una posición común con el PP, sin matices ni propuestas diferenciadas dignas de mención, en el debate sobre la consulta catalana en el Congreso de los Diputados.

Son decisiones que contribuyen a escenificar la existencia de una concomitancia de intereses entre ambos partidos, mucho más importante que las eventuales diferencias ideológicas, y que se fortalece a los ojos de los votantes si, además, tanto PP como PSOE también ofrecen más continuismo en los liderazgos. Está por ver cuál será el efecto electoral, en un contexto de enorme desafección hacia la clase política española; en particular, hacia los dos partidos mayoritarios, encargados de gestionar el país durante la crisis económica.

#prayfor... Mariló Montero denuncia a El Mundo Today

El Mundo Today es uno de los sitios web de humor más visitados de España. Su especialidad es publicar noticias falsas y absurdas, pero con cierta vinculación con la actualidad o la realidad social de cada momento. Los creadores de la web han alcanzado un reconocimiento más que merecido con los años, a la vista de joyas periodísticas como "Lydia Lozano abandona ‘Sálvame' acusada de plagiar su tesis doctoral"; "Mariano Rajoy crea una comisión de expertos para que le digan si debe aceptar los nuevos Términos y Condiciones de iTunes"; o "La Tierra podría acabar pareciéndose a Valencia por culpa del cambio climático". Las tres, publicadas en las últimas semanas.

Por eso sorprende la noticia de que Mariló Montero, la presentadora de TVE, haya denunciado a El Mundo Today. Montero es conocida en todo el orbe catódico y digital por sus estrepitosas salidas de tono y sorprendentes declaraciones (mi favorita, aquella en la que decía que el alma podría migrar con el trasplante de órganos). Es decir, que no resulta sorprendente, habida cuenta del historial de la presentadora (recordemos, sin ir más lejos, esa incisiva pregunta que le hacía a Esperanza Aguirre la semana pasada, sobre si los agentes que la detuvieron eran guapos), que El Mundo Today decidiera dedicarle una "noticia", titulada "Mariló Montero declara que los maricones dan asco pero no pasa nada porque ella es así".

Desde luego, no es que la "noticia" deje en muy buen lugar a Mariló Montero. Pero no está nada claro que una denuncia sea la mejor estrategia para hacer frente a un medio satírico de estas características. Aunque sólo sea porque, como era de prever, la noticia de la denunciacorrió como la pólvora por las redes sociales, multiplicando la difusión de la noticia inicial y exponiendo a Mariló Montero a nuevas críticas.

Sin embargo, lo más surrealista de esta historia no acaba ahí, sino en la denuncia de Mariló Montero contra una periodista del diario La Opinión de Tenerife, Elsa López, que se hizo eco de las "declaraciones" de la presentadora de TVE... en apariencia, asumiendo su veracidad.