Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Juan Roig inaugura Marina de Empresas: "Aspiramos a hacer algo único en España"
• La naviera Boluda incrementa sus conexiones con Canarias mediante un servicio directo desde Alicante
• El IVI abre sede en Roma

VALENCIA (EFE / Ana Clara Rey). La histórica tienda y taller artesanal de lámparas Roberto de Valencia, cuyas creaciones iluminan el Banco de España, el Hotel Westin de Madrid o a la Casa Real, cierra sus puertas después de más de setenta años de vestir palacios y salones de todo el mundo por el fallecimiento de su dueño, Vicente Salgado.

El prestigioso y singular taller, ubicado en la calle del Salvador, en pleno centro histórico de la ciudad, fue durante muchos años un referente en la fabricación de lámparas de bronce y cristal y se constituyó como uno de los talleres más antiguos e importantes de España.

Su propietario, el artesano Vicente Salgado, que falleció el pasado marzo a los 87 años, consiguió atesorar durante sus años de trabajo una de las colecciones de piezas de cristal más especiales del mundo, como recuerda a EFE su sobrino Roberto Martínez.

Por eso, antes de su clausura definitiva esta semana, el taller de Salgado abrirá sus puertas por última vez a coleccionistas interesados en adquirir parte de su inventario.

Salgado se inició en el oficio como aprendiz con tan solo 15 años de edad en Madrid, donde abrió su primer taller para luego trasladarse a Valencia, hace más de 30 años, a un taller en el barrio de Orriols, muy cerca del campo de fútbol del Levante.

Hace unas dos décadas, el artesano instaló su centro de trabajo en el corazón de la ciudad, donde trabajó hasta marzo de este año, pocos días antes de su muerte.

Exquisitas lámparas fabricadas en cristal de murano, veneciano o de La Granja, elegantes muebles, apliques y pies de sobremesa de bronce y plata son parte de un catálogo plagado de joyas que ahora conforman la oferta para los amantes de rarezas y antigüedades.

Salgado fue el encargado de iluminar la sede central del Banco de España o de elaborar la lámpara que pende del techo de la suite real del Hotel Westin de Madrid.

El artesano realizó también trabajos para la Casa Real, entre los que sobresale un valioso farol de cristal de Bohemia, además de haber sido el encargado del diseño de toda la iluminación para la boda del torero valenciano Enrique Ponce o de elaborar delicadas creaciones para exigentes jeques árabes de la ciudad de Marbella.

Así lo recuerda Roberto Martínez, que destaca el esmero con el que veía trabajar a su tío día a día, para acabar convirtiéndose en "una de las referencias nacionales en el diseño y confección de este tipo de iluminación".

Según puntualiza su sobrino, Vicente Salgado "realizó trabajos para cualquiera que se pudiera costear una lámpara de entre 9.000 y 10.000 euros". Rememora que el artesano creaba cada una de sus lámparas "pieza a pieza y de manera manual, en un proceso que podía extenderse una semana".

"Imaginar, dibujar y construir eran toda la vida de Vicente Salgado" y por eso no dejó de hacerlo hasta el último momento, aunque era consciente de que el suyo era un oficio en vías de extinción.

El cierre de este negocio se suma al de otros comercios de la zona, a los que la crisis ha afectado de forma desigual, según la gerente de la Asociación de Comercios del Centro Histórico de Valencia, Julia Martínez, quien incide en que los que han sufrido los peores efectos han sido los de construcción y decoración.

"Los negocios ubicados en las zonas más turísticas han sobrellevado bastante bien la crisis, pero no todo el centro histórico de Valencia es turístico", afirma Martínez.

Sin embargo, asegura que 2012 "fue un año terrible con muchos cierres de establecimientos debido a las presiones de los bancos y la jubilación de varios empresarios que preferían cerrar sus puertas antes que esperar el paso de la crisis".