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La revolución de Vuelve Carolina

JOE L. MONTANA. 25/02/2011 Vuelve Carolina ha revolucionado el aburrido panorama gastronómico del centro de la ciudad a costa de convertirse en una fábrica de servir comida

VALENCIA. El centro de Valencia está siendo convertido en el reino de la tasca franquiciada. Entre las que ya había y las recién abiertas (San Vicente, Mar y Paz) cuento ya más de la docena. Por el contrario, los restaurantes aceptables con un servicio propio de tal nombre escasean. Peor aún, los pocos que hay hace años que no realizan innovación alguna. Ni en la carta ni en su decoración. Para qué si llenan, pensarán sus propietarios, sin percatarse de que han llenado, no por calidad sino por tener un público cautivo debido al número de oficinas y negocios de esa zona de la ciudad.

La apertura hace ahora dos meses, de Vuelve Carolina ha revolucionado ese anodino panorama. Tras años obligados a comer lo mismo, la iniciativa de Dacosta ha llevado a un éxito de público espectacular. Muchos días los servicios se doblan en el almuerzo (y llena bastantes noches) y no hay ejecutivo que se precie que no haya acudido o piense acudir. Es lo que tiene ser una copia exacta, salvando la enorme distancia, de local abierto por Ferràn Adrià (Tickets) tras el fracaso económico de El Bulli.

El resultado se resume en tres rasgos, ninguno de ellos positivo para el comensal aunque sí para el éxito empresarial, lo cual no deja de ser relevante. En primer lugar, una descomunal desorganización a la hora de dar mesa, con Manuela Romeralo superada por el ingente trabajo (y su inexperiencia en estas lides). En segundo lugar, un servicio de una heterogeneidad inaceptable, con partes casi iguales de amabilidad y eficiencia y trato impresentables según el/la camarer@ en suerte. Y en tercer lugar, un continuo vocerío que impide cualquier tipo de conversación sosegada o privada ante la proximidad de las mesas y los efusivos saludos de quienes a pesar de verse a menudo parecen creer estar coincidiendo en la base antárdida Gabriel de Castilla. Todo ello por un precio de 40 a 60 euros por persona dependiendo del vino, en línea con la competencia más directa. Eso sí, la carta de vinos es de las mejores que hoy se puede encontrar en la ciudad y con unos precios moderados.

¿Calidad de la comida? La esperable en una iniciativa destinada a hacer caja. Combina unas tapas deficientes y de coste mínimo (con los yogures varios a la cabeza) con platos de mejor factura (la carrilera estofada por ejemplo) aunque sin la calidad, también superior precio, de otros restaurantes. Y arroces aceptables aunque más por los fondos que por la inadecuada cocción propia de un local abarrotado. Los postres de pena para quien busque algún vestigio de los de Denia.

¿Conclusión? Lo mejor es obtener la propia. La mía es que bien está que los chefs ganen dinero. Lo negativo sería que tan sonado éxito llevara a reorientar Quique Dacosta Restaurante hacia esta línea de baja calidad gastronómica aunque tan rentable económicamente. Falta hace un Ducasse o un Robuchon valenciano. Pero hace ya años que decidí que jamás volvería a ninguno de sus restaurantes. Ni a los más glamurosos (como el del Hotel Plaza Atheneé) ni a los menos (como Aux Lyonnais). Para fábricas prefiero las de manufacturas.

Vuelve Carolina, C/Correos, 8    TEL. 963 218 686

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El blog de Joe L. Montana

 

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6 comentarios

José escribió
28/02/2011 15:16

¡¡Pues todo para vosotros Javier Barcelona!!. ¿productos de calidad?. Amos hombre que no nos chupamos el pelo. Al menos mi parte toda para ti. Y como no me pagan no doy al menos media docena de restaurantes de Barcelona (sin inlcuir Tickets que ya tiene cola) que le dan "p'alpelo" a los productos de Carolina y toda su farándula mediática. Y eso sin hablar del servicio. Ese que como comentaba el maestro Vergara pide el DNI cuando uno da un a trajeta con pin. Maíxima profesionalidad

Javier Barcelona escribió
28/02/2011 10:19

Totalmente injustos estos comentarios tan negativos. Yio estuve hace poco y disfruté de un buen servicio y una original y excelente carta. Productos de calidad bien servidos. Buena relación. calidad precio. Soy de Barcelona y ojalá aquí hubiera un Vuelve Carolina.

Juanjo escribió
27/02/2011 14:43

El restaurante ni es una revolución ni el panorama en el centro es el que dice la crítica. Que se pase Montana por otros restauranets y los verá repletos como estaban. Aquí ya somos muhcos que no somos tontos, Los que van a Vuelve Carolina son los que se creen que Dacosta es el Adriá valenciano. (Lo creen porque nunca han ido a El Bulli). SI hubiera ido verían que el de Denia es un bluff hecho a base de medios tipo Lo mejor de la gastronomía y otros por el estilo. ¡Menuda revolución!. Puro aprovechamiento del adocenamiento imperante.

Vanessa escribió
26/02/2011 12:58

Si, todo lo que se dice criticando cosas está muy bien pero el local está lleno todo el tiempo. Por algo será. Lo demás es pura opinión personal que parece claro que es minoritaria.

Edu escribió
25/02/2011 12:05

José se queda corto en lo que cuena. No discuto que, como dice el crítico, los restaurantes hagan caja. Pero a cambio de algo más que humo y relaciones públicas para salir en todos los medios. Menuda decepción!

jose escribió
25/02/2011 07:04

Yo fui hace poco y me sente en la barra para ver como era el trabajo en la cocina, ya que tiene cristal. Lo que vi no me gusto nada. Solomillos en el micro por ejemplo, y en general una red de becarios con muy poco que aportar a las recetas de quique. no volvere.

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