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VALENCIA. La preocupación ha crecido en la calle Génova, donde se ubica la sede del PP nacional en Madrid. Los últimos sondeos apuntan a una caída de los 'populares' valencianos que les haría perder el Gobierno autonómico el año que viene, una situación que podría traducirse además en un adelgazamiento sensible en votos y escaños para Mariano Rajoy en las elecciones generales que deben celebrarse a finales de 2015 y, lo que es más urgente en estos momentos, un mal resultado en los comicios europeos que tendrán lugar el próximo mes de mayo.

Los desaires del Ejecutivo central a la Comunitat Valenciana en esta legislatura se han sucedido. Paupérrimas inversiones, retrasos e incógnitas en la remodelación del sistema de financiación o el rechazo a la reforma estatutaria impulsada desde Les Corts con el respaldo del PPCV, han sido algunos ejemplos de las dificultades del Consell que dirige Alberto Fabra para hacerse respetar en Madrid. A ello hay que sumar los propios obstáculos que el líder valenciano está tratando de esquivar a la hora de controlar el partido en la Comunitat.

Ante la perspectiva de que el Gobierno central siga sin ceder en varias e importantes cuestiones para el Consell que impliquen conflictos interautonómicos, al presidente Mariano Rajoy solo le queda ofrecer respaldo físico y visual a Fabra si quiere intentar paliar de alguna manera los malos augurios que se ciernen sobre los 'populares' valencianos. Mostrar cariño, en definitiva.

Eso precisamente es lo que parece haber decidido el presidente del Gobierno, que visitará en dos ocasiones Valencia en los próximos diez días. Un hecho relevante sobre todo si se tiene en cuenta que la última vez que Rajoy estuvo en acto oficial en la capital del Turia fue en noviembre de 2012, hace casi año y medio. La cita fue entonces el congreso de Asociación de Progreso para la Dirección (APD). Tras compartir el acto con Fabra, mantuvo un encuentro privado con el jefe del Consell y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

Desde entonces, Rajoy solo visitó Peñíscola para clausurar la convención del PPCV y Alicante para la inauguración del AVE, ambas citas en junio del pasado año. La escasa presencia del presidente del Gobierno en la Comunitat Valenciana ha sido asociada a los diversos casos de presunta corrupción que se encuentran en los tribunales y que, en algún caso como el de Nóos, han salpicado a ilustres dirigentes como la propia Barberá.

Sin embargo, el próximo jueves el presidente del Gobierno acudirá, junto al ministro de Industria, José Manuel Soria, al edificio Veles e Vents para hacer entrega a Alfredo Bataller, fundador de la clínica Sha Wellness Clinic, de la Medalla al Mérito Turístico. Ese mismo día, según informaron fuentes empresariales, Rajoy se reunirá con representantes de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), presidida por Vicente Boluda. Un encuentro en el que desde el lobby se pondrá el acento sobre las grandes reivindicaciones valencianas.

La siguiente cita, según confirmaron fuentes 'populares', está prevista para la Intermunicipal que el PP nacional celebrará en Valencia la próxima semana, en concreto el 4 y 5 de abril. A priori, la organización prevé que la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, inagure el evento el viernes mientras que Rajoy se encargue de clausurar el encuentro el sábado. Una cita municipalista con un marcado simbolismo dado que Valencia es la segunda ciudad más grande de España en poder del PP. Fuentes 'populares' recalcan que el líder nacional quiere además reforzar a la alcaldesa Rita Barberá, cuya continuidad de cara a la candidatura al consistorio ha sido puesta en duda por diversos medios de comunicación.

En esta línea, desde el PP valenciano creen que los gestos del presidente del Gobierno con la Comunitat, tanto presenciales como vía acuerdos del Consejo de Ministros, van a ir incrementándose desde ahora hasta 2015 con la intención de apuntalar votos. Un empujón que Fabra agradecería: el propio jefe del Consell aseguró este lunes que trabajaba "todos los días" para ser candidato, lo que refleja que el líder valenciano ha optado por la prudencia ante lo que pueda ocurrir si se produce un resultado elecciones europeas especialmente malo del PP en la Comunitat. Con este escenario, y después de haber recibido alguna corrección desde Génova, cualquier guiño o gesto especialmente marcado hacia Fabra por parte de Rajoy sería un bálsamo para el jefe del Consell.

El líder del PP nacional llega a Valencia con la incógnita por despejar todavía de la candidatura europea. Aunque el presidente del Gobierno ha tirado balones fuera sobre este asunto, fuentes del partido opinan que las jornadas intermunicipales de la próxima semana en Valencia podrían ser el momento elegido por Rajoy para anunciar al cabeza de lista o dar alguna pista. En este sentido, cabe recordar que valencianos de patria como el exconseller Esteban González Pons o de cuota como el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, han sonado para los puestos delanteros de la candidatura.

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