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VALENCIA. La exconsellera de Turismo, Milagrosa Martínez, presentó este viernes su dimisión como diputada del Partido Popular en Les Corts y desencadenó un embrollo sobre qué estamento judicial es el competente para juzgar la parte del caso Gürtel vinculada a las contrataciones de la Generalitat con la trama que lideraba en Valencia Álvaro Pérez el Bigotes para el stand de la Comunitat Valenciana en Fitur. 

El juicio de esta pieza separada -el sumario de Gürtel en Valencia está dividido en seis- debía empezar el próximo 31 de marzo en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, la dimisión el pasado 28 de febrero de la también procesada exconsellera de Turismo Angélica Such de su escaño en Les Corts sumada a la Martínez ha dejado el caso sin acusados protegidos por el aforo parlamentario. Esto implica formalmente que el TSJCV ya no debe entender del caso y debería trasladarse o a la Audiencia Nacional -donde se sigue la causa que no afecta a la Comunitat Valenciana- o a la Audiencia Provincial.

La Sala de lo Civil y lo Penal del TSJCV dictó este mismo viernes una providencia en la que comunicó que ya tenía constancia oficial de la pérdida del aforamiento de Milagrosa Martínez. Al mismo tiempo señaló que la defensa de uno de los supuestos cabecillas de la trama Gürtel, Pablo Crespo, ha pedido, tras la dimisión de Martínez, la suspensión del juicio al entender que el TSJCV ya no es competente para llevarlo a cabo.

El TSJCV ha abierto un plazo de solo dos días para que las partes "efectúen las alegaciones que estimen pertinentes acerca de la competencia de la Sala atendido que, con tal motivo, no hay en este momento entre los acusados persona aforada alguna". La Fiscalía ya ha dejado entrever que su posición será que se mantenga el proceso tal y como está marcado.

Pero la cuestión es que la salida a este conflicto no es fácil. Siendo cierto que la ausencia de aforados en la causa implicaría que el caso se juzgase en la Audiencia Provincial de Valencia, cabe la posibilidad de que se imponga el criterio que ya ha expuesto el Supremo cuando el TSJCV trató de enviar a la Audiencia Nacional las piezas sin aforados -la visita del Papa o el delito fiscal de las empresas de la trama- y el Alto Tribunal lo rechazó. 

La parte valenciana del caso Gürtel se trasladó al TSJCV por la presencia de aforados por Les Corts. El juez instructor dividió en hasta seis piezas el caso. Cuando se produjo el intento de devolver a Madrid las que no tenían acusados protegidos, el Supremo aplicó un criterio territorial: los supuestos delitos cometidos en la Comunitat Valenciana se debían juzgar en conjunto en el Tribunal Superior.

Además de ese precedente, hay juristas que consideran que la dimisión de Martínez y Such una vez abierto el juicio oral no debe afectar a la celebración de la vista tal y como está prevista, ya que ha traspasado lo que se podría considerar punto de no retorno.

Otras fuentes destacan que la decisión de pedir el traslado del caso a otra instancia judicial está en manos del TSJCV y de su presidenta, Pilar de la Oliva, y destacan el papel que puede jugar en esta decisión el conseller de Justicia, Serafín Castellano. "Las presiones políticas tienen tanto peso o más que las meramente jurídicas", señalan las mismas fuentes. 

A diez días de que se inicie el primer gran juicio del caso Gürtel, se desconoce quién será el encargado de juzgar a los acusados y si, finalmente, se iniciará la vista el día marcado o se retrasará porque el caso se traslade a otra instancia judicial.