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VALENCIA. El secretario general del PSPV, Ximo Puig, recibe a ValenciaPlaza.com en su despacho de la cuarta planta de la sede del partido en Blanquerías. Solo han pasado unas horas desde que se convirtiera, tras un proceso de primarias abiertas pionero en España, en el candidato a la Generalitat de los socialistas valencianos en 2015. Al exalcalde de Morella se le ve sonriente aunque también algo cansado. Admite su satisfacción por haber culminado con éxito su particular cruzada, si bien no oculta que ha perdido peso durante el último mes.

Tras conseguir el respaldo del 69% de los 54.000 participantes frente al 31% de su rival Toni Gaspar, el también diputado nacional ha salido reforzado de un proceso que fue un empeño personal y que le costó no pocos viajes a Madrid para negociar que los socialistas valencianos tuvieran su propio calendario y manera de hacer las cosas. Logrado su objetivo, y feliz por la participación en el proceso del 83%, observa ahora el Palau de la Generalitat dispuesto a seguir haciendo política con "ilusión" pero "sin ilusionismo". 

-¿Se siente diferente ahora que es candidato? ¿Es una sensación distinta de cuando ganó el congreso que le hizo secretario general?
-Es un proceso que da una satisfacción especial por tres hitos: lograr que se aprobara desde Ferraz, conseguir que el partido se movilizara alcanzando un número masivo de inscripciones, y que todo culminara con un 83% de participación. Reconforta especialmente porque no todo el mundo estaba de acuerdo en este proceso.

-Hasta algunos amigos y estrechos colaboradores suyos no lo estaban...
-Así es e incluso había reticencias de la propia dirección. Pero al final se respaldó y hay que agradecerlo. El otro día, precisamente en el aniversario de Valencia Plaza, muchas personas me felicitaron por el proceso. Hasta algún dirigente del Partido Popular lo hizo...

-¿No le queda la duda de que este proceso de primarias interese solo a personas como usted o yo? ¿Cree que esta participación es la que quiere la gente?
-Creo que es un camino por el que van a transitar las formaciones políticas en el futuro porque si no somos conscientes del problema de desafección que hay, es que estamos fuera de la realidad. Frente a ello, hay que buscar mecanismos que ninguno de ellos significa por sí mismo la solución pero sí que apuntan el camino para una mayor participación.

-¿Cree que este tipo de primarias se extenderá incluso al PP?
-Por hacer el símil futbolístico, el PP elige el 'catenaccio', intentar amarrar, y los socialistas hemos decidido iniciar una ofensiva para ganarnos el respeto de la gente, y qué mejor manera que logrando su participación. Aunque para ello hay que asumir riesgos: mire lo que le ha pasado a Toni Cantó en UPyD.

-¿Qué ha percibido de los socialistas valencianos en este proceso?
-Creo que ha sido una fiesta democrática en la que ha reinado el respeto, al margen de los pequeños incidentes que haya habido puntualmente en algún sitio. La gente del partido ha vivido este proceso con una alegría que no se sentía desde hace años. Ha ayudado a recuperar el orgullo de pertenecer al PSPV. El objetivo era recuperar a células dormidas, volver a salir a la calle para pedirle a la gente que se sume a un proceso para cambiar un país, no para cambiar un partido.

-No todo ha sido alegría y vítores en las primarias: supongo que es consciente de que en el procedimiento ha habido lagunas...
-Tenemos que mejorar bastante. Ver cómo podemos combinar la ley de protección de datos con la operatividad a la hora de poder hacer campañas más próximas y directas. También debemos mejorar el sistema de plazos, la difusión... es momento de analizar y ver qué cosas que podemos corregir de cara al futuro.

-Se habla en el partido de que los mayores problemas en la organización han venido precisamente de Ferraz. ¿Es así?
-Más que cargar culpas a nadie, prefiero pensar que este proceso va a ayudar mucho para que las primarias de las generales mejoren esta primera experiencia.

-¿Ha escuchado muchas quejas desde Ferraz en este tiempo o le han afeado por abrir este melón?
-Directamente no me lo han dicho, aunque lo habrán pensado seguro (ríe) y a alguien se lo habrán comentado también. Pero esto viene de hace tiempo y lo había hablado con el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Hubo tiempos difíciles antes de la Conferencia Política, y también incluso en vísperas del Comité Federal hubo complicaciones, pero al final se sacó adelante.

-¿Cómo valora el papel de Toni Gaspar en las primarias?
-Ha sido un candidato digno. No diré ‘rival' porque la competitividad es limitada dado que nos basamos en la misma partitura y de lo que se trataba era de ver quién tenía más credibilidad y respaldo para interpretarla. La campaña ha sido muy positiva: ha habido algunos roces, lógicamente, pero pienso que ha habido más ‘claros' que ‘oscuros'.

-¿Le ve integrado en su equipo?
-Este equipo tiene que ser muy grande, de mucha gente y muchas voces, así que no habría problema. En cuanto a en qué lugar, esas cosas se ven en cada momento.

-Salvo el pasado viernes, Gaspar no ha sido estridente en sus manifestaciones, aunque sí ha habido tensión entre su equipo y el de usted. ¿También está dispuesto a contar con gente de su candidatura?
-En cualquier proceso competitivo, hasta en un partido de fútbol entre solteros contra casados, hay algún momento de tensión. En los equipos siempre hay gente que le gusta más dar patadas que a otros. A lo que me niego es a satanizar los procesos de participación. Pedimos a los partidos que se abran, que hagan procesos democráticos... y luego les acusamos de falta de unidad interna. Respeto las decisiones tomadas por todos los compañeros en este proceso.

-¿Percibe que últimamente le tratan diferente por lo que indican los sondeos de que puede estar al frente de la Generalitat?
-Es normal que haya interés en saber cómo pensamos abordar la situación y qué es lo que proponemos. Hay una sensación clara de hartazgo de lo que ha significado estos 20 años del PP. Mucha gente que les ha apoyado en otro tiempo ve que ahora ya no es el momento del Partido Popular y esto se observa en sectores empresariales, profesionales... Y es porque aquí han pasado cosas muy graves y el grado de desmoralización al que han llevado a la Comunitat Valenciana es notable.

-Ahora que ya es candidato, ¿cuál es la hoja de ruta, los principales hitos que se marca Ximo Puig para los próximos meses?
-Lo primero son las elecciones europeas. Nosotros nos jugamos mucho en esos comicios, no solo como partido, sino como país. La Comunitat Valenciana no tiene salida sin España y España no tiene salida sin Europa. Para mí es fundamental la posición y presencia valenciana en Bruselas. El segundo hito va a ser el proceso de potenciación del partido: la elección de candidatos locales y la elección del candidato a la Presidencia del Gobierno. Y el tercero, más importante si cabe, es el programa electoral: el plan de gobierno.

-Tanto a usted como a Toni Gaspar les hemos escuchado hablar de una banca pública valenciana. ¿Es consciente de las dificultades de poner en marcha un mecanismo financiero de estas características?
-Nosotros vamos a refundar los instrumentos financieros que tenía la Generalitat y que han quedado invalidados. El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), por ejemplo. No hablamos de un banco para dar crédito a las familias, sino de generar una herramienta para las inversiones de las pymes. Para llevar esto a cabo lo primero es tener nuestras cuentas en orden, puesto que pagando 1.300 millones de euros de intereses de deuda es una situación complicada para dar créditos.

-Hablando de compromisos difíciles de llevar a cabo. Si gobierna, ¿cómo se plantea el renacimiento de Radiotelevisió Valenciana?
-Tiene que ser una realidad. No podemos contestar qué modelo de RTVV abordaremos porque no sabemos en qué situación estará entonces el ERE, qué se habrá hecho con los equipamientos... Lo que resulta evidente es que RTVV simboliza la caída del mito de que la derecha gestiona bien la economía. Cada día se gastan 200.000 euros, y ya van varios meses, para pagar a unos empleados a los que no se les deja trabajar. Era más barato mantener la televisión abierta hasta que la liquidaran que cerrarla. ¿Qué gestión es esa?

-Los conciertos sanitarios han sido objeto de debate durante la campaña de las primarias. ¿Cuál va a ser su postura sobre ellos?
-Lo primero es que hay que saber toda la verdad de los contratos que existen y todas las obligaciones de gasto que tiene este Gobierno. No podemos diseñar acciones políticas concretas sin conocer la realidad. El objetivo es que en la sanidad el liderazgo sea claramente público.

-También la enseñanza concertada ha estado en el candelero. ¿Cuáles son sus prioridades?
-Dignificar la enseñanza pública al máximo. Ganar la batalla a través de una mejora evidente del servicio público de educación. No puede haber educación concertada con colegios que hagan segregación, por ejemplo. Además, nuestra intención es solucionar el problema de los barracones, que implicará un coste de 150 millones de euros. Vamos a terminar con la cesión de suelo público a empresas privadas para la educación concertada, los llamados Centros de Iniciativa Social (CIS).Y por supuesto, en cuanto a la enseñanza superior, desde lo público no se puede potenciar, como se ha hecho, algunas universidades profundamente ideologizadas sin que sean de interés general, sino de particulares.

-El secretario general del PPCV, Serafín Castellano, asegura que ya no tiene usted excusas para sentarse a dialogar de las propuestas de Fabra como la reforma de la ley electoral o la reducción de diputados. ¿Lo va a hacer?
-Lo primero que hice cuando fui elegido secretario general es pedirle una entrevista al presidente. Nos encontramos y le propuse un acuerdo sobre algunos puntos fundamentales: empleo, la regeneración democrática y la relación con Madrid, fundamentalmente respecto al sistema de financiación y la deuda histórica. Jamás recibimos respuesta. El tiempo del PP ha acabado y Fabra debería disolver Les Corts y convocar elecciones. Así se terminará su agonía.

-¿Quiere decir que no está dispuesto a sentarse con el PP para acordar nada?
-Pero, ¿de qué acuerdos hablan? Estos señores no han respetado los acuerdos estatutarios. Han cerrado unliateralmente, sin una llamada ni una reunión, la Radiotelevisió Valenciana cuya creación fue aprobada por todos los grupos parlamentarios. Un elemento básico del autogobierno valenciano, del concepto de autonomía y de defensa de la lengua. Han vuelto a sabotear instituciones creadas por consenso como la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). El diálogo para ciertas cuestiones no se va a romper nunca pero rechazamos acuerdos en base a ocurrencias no sé si de algún manager de comunicación o entrenador personal.