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VALENCIA. Gilbertástico, heterónimo de Gilberto Aubán, es el escudo a partir del cual éste -todavía- joven valenciano lleva campando como un inclasificable songwriter desde mediados de la pasada década. La tendencia al escapismo por los estilos tiene como base su formación musical a la que, como una rebeldía constante, Gilberto ha intentado hacer frente a través de diferentes propuestas.

Lejísimos quedan los primeros pasos junto a Estilo Casero o cuando se alió con algunos de sus mejores amigos para iniciar el camino de Gilbertástico (‘y las Mierdas Flotantes'). Tras estas primeras noches de composiciones y pasos por el estudio de grabación (Taller de parodia Vol.1 y Operación Cóndor) llegó el que, posiblemente, fue su primer trabajo tomándose verdaderamente en serio: Versalles, en 2011. Y quizá se tomó demasiado en serio desde el punto de vista instrumental, llevando sus canciones de corazón pop a dos dimensiones tan dispares como la orquestación barroca y el peculiar curso de sus letras.

Precisamente, sus letras y su exploración de las melodías vocales son la única seña de identidad que ha permanecido intacta desde el principio de una carrera que alcanza una primera cima con su nuevo disco: El que corre con los búfalos. Este trabajo, capitaneado por una ilustración de Aitana Carrasco, suaviza todas las aristas del a veces histriónico músico. La propia portada muestra la gran mezcla de imágenes del disco a través de plantas y flores de distintos ecosistemas, imposibles entre sí, pero que en este caso, sin abandonar el lado del humor en su letras, el surrealismo, la magia y la canción melódica como puerto definitivo de su creación, suponen la mejor suma de todos sus elementos.

Al igual que en su anterior álbum, Heil Gilber, El que corre con los búfalos está grabado y producido por Fernando Polaino (Estudio Establo). A diferencia de la anterior grabación, la mesura de las piezas -adiós a los desmanes electrónicos y al exceso instrumental- resulta mucho más sugestiva, o al menos más próxima a lo que la propia voz y letras de Gilbertástico sugieren al que escucha: "no descarto que este sonido y este tipo de canciones tenga cierta permanencia dentro de mis grabaciones", apunta él mismo a CulturPlaza.com, donde repasa algunas ideas sobre su carrera y su nuevo trabajo:

SOBRE VERSALLES

"Reconozco que en Versalles sacié unas apetencias inmediatas, estéticas. Para mí era un viaje iniciático y me veía en casa de Joaquín Pascual, grabando, disfrutando de esta experiencia... dos años después ya tenía ganas de hacer otra cosa, aunque ahora me vengan recuerdos súper guays a la memoria..., pero no se me ocurre hacer un disco como ese".

SOBRE HEIL GILBER

"Heil Gilber fue un proceso totalmente distinto. El disco estaba condicionado por las grabaciones en casa, por la capacidad técnica de poder meter todo lo que me daba la gana a una canción. Y esto se unió a que Polaino es un productor que confía mucho en lo que tú le llevas... al final creo que el disco se sobrecargó, especialmente pensando en las voces. Escucho las voces y veo que la música las tapa a menudo". 

SOBRE EL QUE CORRE CON BÚFALOS

"También me he dado cuenta que hay unas cosas más importantes que otras en la mezcla. En realidad, en la música, al final en una grabación terminas haciendo lo que puedes en un sentido técnico. A la grabación de El que corre con búfalos llegué con un grupo de canciones más folk y otras más pop. Buscaba tener una proporción razonable, y creo que lo he conseguido. Con Heil Gilber tenía la sensación de que con la voz estaba ‘dando la chapa' mucho, pero en este he querido primar que la voz se funda con el ambiente".

"Si el disco suena más orgánico, más natural, es porque creo que transmito otro momento de mi vida en el que las cosas suceden de otra manera. Ya no me apetece ligar las letras a algo concreto, a una anécdota o chascarrillo, sino que intento que sea posible acoger más mensajes".  

"Es posible que mi trabajo como músico se haya visto influenciado en este último álbum por mi exploración como actor en la música medieval (actualmente actúa en ‘Las rameras de Shakespeare'). Sin embargo, hay otras influencias que sí me encuentro cuando escucho las canciones, como por ejemplo Gorky's Zygotic Mynci, pero llegan de forma natural y me siento cómodo al reconocerlas".