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37 Feria del Libro Antiguo

El papel no quiere morir

C. AIMEUR/ E. VIÑAS. 28/02/2014 La tradicional cita con los libros usados y antiguos abre sus puertas con la espada de Damocles del formato digital y la crisis pendiendo sobre el sector; pero, a pesar de los augurios, los profesionales creen que el papel sobrevivirá

VALENCIA. Dicen los que aman los libros en papel que quienes dan por segura su extinción son personas que leen poco; desprecian el papel porque apenas lo conocen. Dicen, también, que hay sobrados ejemplos de que determinados formatos siguen vivos. El vinilo sobrevive; a pesar de todo, de las inclemencias digitales, de las modas y de los tiempos de piratería, el vinilo aguanta. La irrupción del mundo digital es imparable, pero los modos clásicos persisten y se niegan a ser arrastrados por la ola de la moda.

Este jueves abrió sus puertas uno de los barcos que mejor ejemplifica esa resistencia frente al mundo digital: La Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Valencia. En su 37 edición ha reunido 35 casetas de libreros llegados de distintos lugares de España, dos más que en la edición de 2013. Dos más no es mucho, pero ese leve incremento podría ser un ejemplo de la fuerza del papel. Podría pero no lo es. Como apunta Miguel Sanz, de la librería El cárabo, el aumento es matizable.

En los últimos años, por jubilación o por cese de negocio, ha ido disminuyendo el número de agremiados en Valencia. ¿Y cómo con menos agremiados hay más casetas? Lo que sucede, explica Tito, es que la Feria del Libro Antiguo de Valencia ha decidido albergar en su seno a librerías de Alicante y Castellón que han aumentado la cifra muy por encima de la realidad. "Valencia no tiene público para tantas casetas; las ferias de Barcelona y de Madrid tienen cuarenta casetas. Valencia tendría que tener como Zaragoza, quince o como mucho veinte", añade.

La feria la organiza el Gremio de Libreros de Lance de la Comunitat Valenciana y como es tradicional se ubica en la parte central de la Gran Vía Marqués del Turia de Valencia. Permanecerá abierta hasta el 23 de marzo y, aunque sigue teniendo su público fiel, cree Tito que ya no es lo que era. "Antes podía salvarte medio año; ahora con suerte te dará para mes y medio o dos", resume.

Uno de los libreros que ha dejado este evento es Rafael Solaz. Él, que fue uno de los impulsores de la misma en los últimos años, que está considerado como un referente de las nuevas librerías de Valencia, admite que ahora no precisa participar en la Feria; es más, que de hecho le suponía un inconveniente porque su tienda funciona lo suficientemente bien como para no depender del certamen.

Este hecho no implica que considere la feria un problema o que el sector esté más en crisis que el resto de la economía española. Simplemente, que para su modelo de negocio es más práctico continuar en el local, donde ha fidelizado a una clientela tan numerosa como ferviente. "Yo soy optimista. Creo que lo que va bien es la especialización. Si tú montas una librería con ejemplares sólo relacionados con el vino, si tienes público funcionará. Yo apuesto por libro antiguo, sobre todo libros anteriores al XIX, y nos vamos defendiendo bien", comenta.

Tito tiene una visión parecida del negocio. "Intento hacer una librería que yo entiendo atractiva, para gente joven, quitarle la caspa al libro antiguo. La he enfocado de otra manera", añade. Ese nuevo enfoque, esa forma de concebir el negocio es la que le hace ser optimista. Cree como Solaz que, pese al descenso de las ventas causado por la crisis, pese a la otra crisis estructural, la del formato, el libro físico siempre tendrá su hueco. "Siempre encontrará su sitio, aunque los trozos del pastel se repartirán de otra manera", concluye.

SIEMPRE HABRÁ SITIO PARA EL PAPEL... O NO

Igualmente optimista se muestra Carmen Amoraga. La reciente ganadora del premio Nadal es de las que opina que "los lectores de verdad no van a renunciar a leer en papel". En su misma casa sus dos hijas, la mayor y la pequeña por imitación, se han acostumbrado a la lectura física, a un formato convencional. "No soy futuróloga, pero creo que siempre habrá sitio para un libro en papel", comenta.

Una postura que matiza levemente el escritor Antonio Garrido, quien también se abona a la tesis de la resistencia numantina, pero con sus reparos. Estos son, básicamente, de índole económica. "Resistirá de manera casi romántica, hasta que sea menor el negocio editorial en papel que en digital", apunta.

En este sentido el escritor nacido en Linares señala como papel fundamental los aficionados más jóvenes. "Hasta que lleguen las nuevas generaciones que están acostumbradas a los dispositivos digitales, el papel aguantará. Pero conforme sea más barato y mejor, yo creo que el papel quedará como una cosa residual, un objeto de lujo", dice.

En este caso explica que la convicción o no en el futuro del papel depende del tramo de edad del preguntado. "Si acudes alguien que está en torno a los 40 años, te dirá que seguirá existiendo, pero si acudes a alguien de 18 que usa el e-reader, te dirá seguro que no", expone. En esta pelea de formatos, recuerda que el formato papel, "que es muy bueno", ya se ha perfeccionado prácticamente todo lo que podía; en cambio el digital está en expansión. Aún puede ser mejor. Aún puede ser más barato.

Para él, la verdadera duda no es si el papel pasará a ser residual, sino ‘el cuándo'. ¿Veinte, treinta años?

Algo para lo que tiene respuesta el joven escritor Alberto Torres Blandina. "Es una mera cuestión de negocio. El papel debería haber desaparecido hace años, pero las editoriales no quieren perder el negocio que les supone también la distribución", apunta. "Estamos pagando por los libros digitales un precio que no es real", prosigue; "cuando los libros digitales tengan su precio real, el papel desaparecerá y el digital ocupará su lugar".

Sí cree que quedarán reductos románticos, pero también piensa que será una cuestión de lujo, un objeto casi decorativo. No en vano, como dice Amoraga, "un libro siempre es un buen regalo". Y en parte eso es lo que busca buena parte del público que se deja caer por la Feria del Libro Antiguo: un regalo. Para sí mismos, para alguien amado... Los libros no sólo se leen. También se sienten.

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2 comentarios

biblioaprenent escribió
29/08/2014 13:15

Hola, me gustaría saber donde pueden infomarme sobre las librerías que estuvieron en esta Feria de València. Muchas gracias. Xavier.

Leonor Ch. escribió
11/03/2014 12:32

Me encanta el papel, que perdure por años. Y me gusta que Carmen Amoraga inculque eso a sus niñas desde pequeñas, me parece muy bonito. Además acabo de ver una entrevista que le hicieron y está interesante http://olelibros.es/premio-nadal-2014-carmen-amoraga-escribo-una-y-otra-vez-la-novela-de-las-personas-corrientes-que-viven-hechos-extraordinarios-la-vida-era-eso/

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