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OLIVA (VP). El grupo logístico valenciano Llácer y Navarro ha salido del concurso de acreedores en el que estaba inmerso desde 2012. La empresa ubicada en Oliva ha superado el proceso gracias al apoyo que ha recibido de la mayor parte de sus acreedores. Estas empresas han aceptado una importante quita para dar viabilidad a esta compañía, líder en el transporte de mercancías por carretera.

La firma cuenta con 650 empleados directos y, además, da trabajo indirectamente a más de mil familias, principalmente en la Comunidad Valenciana y Andalucía. Llácer y Navarro es uno de los mayores operadores logísticos del transporte en España y dispone de una flota de más de 600 camiones y dos centros logísticos, el de la central en Oliva y otro en Andalucía donde opera con su filial Transports Canyaes. La compañía está especializada en el transporte de productos hortofrutícolas que son un importante activo económico en la zona del Mediterráneo.

Pese a que más del 90% de los concursos que se abren en España terminan en liquidación, éste no ha sido el caso de Llácer y Navarro que en todo momento ha querido mantener su inercia de trabajo y servir de apoyo al tejido empresarial de la Comunitat Valenciana con su grupo logístico. La voluntad de la empresa valenciana cuando se entró voluntariamente en el concurso nunca fue la de disolver la empresa, sino que el planteamiento era negociar con los acreedores una solución amistosa y efectiva a la deuda contraída para poder mantener los puestos de trabajo de las más de 1.600 familias que dependen de la compañía.

El gerente de Llácer y Navarro, José Llacer Catalá, quiere dar las gracias a todas las empresas acreedoras "que han creído en nosotros y se han querido sumar al convenio, lo que nos ha permitido salir del concurso y dar tranquilidad y trabajo a todos nuestros empleados. Desde el principio hemos sentido el apoyo de la mayoría de las empresas con las que trabajamos y vamos a seguir haciéndolo. Es una gran noticia, no sólo para nosotros y nuestros trabajadores, sino también para toda la economía valenciana", dice el responsable de la empresa.

Llácer y Navarro afronta ahora un presente y un futuro esperanzador. "Para nosotros lo más importante era salvar el trabajo y garantizar un futuro para esas más de 1.600 familias que directa o indirectamente dependen de nosotros. Entramos en Concurso pensando que era la mejor forma de poder mantener nuestro compromiso con nuestros empleados y con los acreedores. No tenemos suficientes palabras para agradecer la confianza que nos han mostrado todos en los momentos más complicados", dice Llácer.

La salida del concurso garantiza a Llácer y Navarro la vuelta a la normalidad. "Nuestra idea es la de seguir trabajando para aportar nuestro apoyo logístico al tejido empresarial valenciano y español. Nuestros centros logísticos, nuestra flota, la filial de intermediación de Holanda y nuestra amplia red de delegaciones en Europa hacen de nosotros una empresa referente en el sector del transporte por carretera", sostiene Llácer.

Llácer y Navarro es una empresa familiar que se fundó en 1974 en Oliva. Su crecimiento ha sido exponencial en sus 40 años de existencia. Uno de los hitos de la compañía fue la apertura en el año 2000 de Oliva Logística S.A., su centro logístico que da servicios alternativos al transporte por carretera como son el almacenaje, la gestión de los stocks y el depósito aduanero.

En 2003 el grupo funda Transports Canyaes que es la que da servicio a las activas empresas agrícolas en la zona de Andalucía.