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VALENCIA. El frente autonómico que anunció el presidente de Extremadura José Antonio Monago para defender un sistema de financiación que cuanto menos mantenga el statu quo ya tiene forma. Ha sido la presidenta de Aragón, Luis Fernanda Rudi, la encargada de convocar a seis comunidades, incluyendo la suya, para una cumbre similar a la que protagonizaron hace unas semanas el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y de Baleares, José Ramón Bauzá.

En concreto a la cita se ha llamado a los consejeros de Hacienda de Galicia, Asturias, La Rioja, Extremadura, Castilla La Mancha y Aragón, todas del PP -como las primeras tres- excepto los asturianos. Las seis regiones forman parte del grupo que está por encima de la medida en el ratio de financiación por habitante.

Este parámetro es, precisamente, el que reclama que se nivele el frente valenciano-murciano-balear. Las tres autonomías mediterráneas no solo están por debajo de la media sino que en los tres casos la diferencia entre el dinero que ingresan por cada ciudadano alcanza los 400 euros con la que menos percibe del otro bloque.

El nuevo sistema de financiación autonómica empezará a debatirse en la segunda mitad de este año una vez se apruebe la reforma fiscal por parte del Gobierno central. La Comunitat Valenciana quiere una profunda remodelación del sistema para acabar con lo que considera una financiación injusta arrastrada durante años. La propuesta valenciana se centrará en que el nuevo modelo tenga como eje central la población y que la ratio financiación por habitante sea igual -con las correcciones mínimas necesarias- en toda España.

Contra esta propuesta se sitúan las comunidades autónomas del frente de Aragón que insisten en que la financiación tenga en cuenta la dispersión de la población y el envejecimiento, dos elementos correctores que ya existen en la actualidad, y que el criterio poblacional no sea el principal. Estas autonomías consideran que si no financian mejor sus competencias les resultaría imposible prestar servicios a unas sociedades envejecidas y dispersas.