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NUEVOS EMPRESARIOS

¿Emprendedor o empresario?
Resolver problemas o gestionar una empresa, esa es la cuestión

ESTEFANÍA PASTOR. 20/02/2014 Aunque cada día surgen numerosas ideas de emprendedores, pocos son los que ascienden a la siguiente fase para convertirse en empresarios

VALENCIA. ¿Resulta acertado equiparar la figura del emprendedor con la de empresario? El debate sobre la distinción entre estos dos conceptos está en la calle y algunos no saben demasiado bien en qué momento tienen puesto el sombrero de emprendedor y cuándo pueden ser considerados empresarios. De hecho, muchos apuntan a la absoluta superposición de ambos términos, y al intento de tapar la desgastada figura del empresario con el revitalizante término 'emprendedor' que causa simpatía.

Sin embargo, existen algunas diferencia entre ambos, tal como se deduce de diversas consultas a especialistas. A modo de conclusión, el emprendedor sería aquel que intenta resolver un problema o una carencia de la demanda a partir de una idea y su desarrollo inicial, mientras que el empresario es el que gestiona y administra una empresa. En definitiva, la gestión de las ideas en su fase suprema de explotación. No obstante, estas facetas tienden a entremezclarse y en muchas ocasiones el término emprendedor se convierte más en un adjetivo que en un sustantivo.

El catedrático de Economía de la Universitat de València, Isidre March, apunta a que el emprendedor está orientado a la creación de nuevos negocios, a identificar y satisfacer oportunidades. Además, éste tiene creatividad y voluntad de explorar nuevas soluciones a problemas, es su razón de ser. Por otro lado, el concepto de empresario no es incompatible con el de emprendedor, pero sí que puede alejarse o acercarse a éste dependiendo de sus prioridades.

Según apunta March, a diferencia del emprendedor, el empresario se orienta más a las tareas de gestión y administración, además de a las de definición de estrategias para competir en los mercados. A diferencia del emprendedor, apenas dedica tiempo a tareas de creatividad y exploración. "La mayoría de empresarios se centran en la función ejecutiva-administrativa y su prioridad es conservar-asegurar la posición competitiva de su empresa en el mercado" explica.

Estos empresarios son los que tienen relegado y bajo mínimos su talante emprendedor. En cambio, cuando el empresario decide arriesgar con una nueva estrategia, lanzar nuevas líneas de productos en respuesta a oportunidades o explorar nuevos mercados o incluso crearlos, es entonces cuando incorpora (o recupera) el talante emprendedor, que se trata de un estado de ánimo y un rasgo de la personalidad. En este caso, las diferencias entre emprendedor y empresario se diluyen.

Según apunta March en su libro 'Innovadores o vencidos', una extraña combinación de firmeza y seguridad unida a inquietud y desazón, un carácter inasequible al desaliento, incansable al desánimo, son sentimientos que acompañan a menudo al emprendedor. "Cuando el proyecto que activa la adrenalina del nuevo emprendedor es un nuevo negocio, en respuesta a la oportunidad real del mercado o creada por él mismo, es cuando surge por fin el emprendedor-empresario" destaca March.

EL EMPRENDEDOR NO TIENE UN MODELO DE NEGOCIO ASENTADO

El director de inversiones de la gestora Clave Mayor, Pedro de Álava, destaca que el emprendedor trabaja en una compañía que está buscando un modelo de negocio a través de proponer una idea para resolver una necesidad. No suelen tenerlo definido y pueden ir pivotando. "Está en fase de cambio" apunta, mientras que la empresa ya lo tiene constituido.

Por otro lado, se encuentra la robustez de la compañía. El empresario ya tiene un modelo de negocio claro, además de que es capaz de delegar en diferentes equipos como el financiero o el comercial. Sin embargo, el emprendedor se lo hace casi todo, y no distribuye en gran medida las tareas de la startup.

"Normalmente, cuando pensamos en el empresario, creemos que es alguien que ya tiene un cierto éxito. Pero la empresa suele ser de él y de más gente" destaca De Álava. "No suele ser dueño del 100% del capital social". El emprendedor está en un fase anterior, ya que está dispuesto a ceder capital para desarrollar la idea". "En cambio, el emprensario no está dispuesto, ya que ha dejado entrar a gente en el pasado en el accionariado pero no es su voluntad ahora" apunta

Por otro lado, la consultora online Elena Benito opina que entre los problemas de los emprendedores se encuentra su complejo de falta de conomientos. "Todo empresario es un emprendedor, pero no todo emprendedor es empresario y es una locura empezar una empresa sin tener unos conocimientos básicos de cómo desarrollar el negocio". La consultora apunta a este conocimiento como propio de personas que estudian ADE o Económicas, pero hay cursos para formarse. "Casi todas las empresas acaban muriendo porque no saben crecer, no porque sean malas ideas", destaca.

¿TODO EMPRESARIO ES EMPRENDEDOR Y AL REVÉS?

El presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Valencia (AJEV), José Enrique García, apunta a que el empresario es emprendedor ya que éste debe adaptarse a la empresa y cualquier empresario tiene el emprendimento en su ADN. "El emprendedor genera su primera idea, su primer modelo de negocio, pero la línea es tan sutil que no se diferencia" apunta. 

El director de la aceleradora de empresas Business Booster, Enrique Penichet, es muy diferente.  "En nuestra opinión, el empresario es aquel que tiene una empresa. Es decir, aquel que arranca, hereda la empresa familiar y continúa con la labor, o compra una empresa, para nosotros es un empresario" apunta. "Sin embargo, el emprendedor sería aquel que crea desde cero, que imagina y cree tanto en lo que va a comenzar, que es capaz de sacarlo adelante poniendo el 200% de sí mismo".

Curiosamente, en contraposición con la visión empresarial, Penichet opina que el emprendedor es empresario, puesto que tiene una empresa, pero además tiene la capacidad y visión de conseguir arracarla desde cero. "Todo emprendedor es empresario, pero no todo empresario necesariamente es o ha sido emprendedor" apunta. 

Por otro lado, y según March, todo tipo de instituciones y empresas necesitan afán emprendedor, por todo lo que comporta de visión de futuro, aceptación del cambio, apertura de miras, romper con inercias negativas y crear soluciones a problemas actuales y futuros. Sin embargo, muchas organizaciones de gran tamaño, por sus estructuras organizativas rígidas y jerarquizadas resultan asfixiantes para el emprendedor.

Por este motivo, el emprendedor, llamado en este caso intramprendedor, también puede estar dentro de la empresa, ya que este tipo de personas estimula el cambio, propone y lidera proyectos, dentro del marco de una empresa. Puede desarrollar una nueva línea de negocios, productos o liderar una nueva área. En definitiva, una persona que emprendre para otros, y que plasma sus inquietudes en innovar en su propia empresa.

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