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Los creadores de startups como Invertia, OpenFinance o Impok apuntan a que el modelo de emprendedurismo español se queda corto de miras

VALENCIA. No hay nada como recorrer mundo para ser crítico con lo que uno hace, a pesar de que destaque de sobremanera. Esto les pasa a Salvador Mas y a Gonzalo de la Peña, dos emprendedores que hace más de diez años, en el 2000, crearon el primer portal financiero en España, Invertia, y la startup OpenFinance y sin embargo cree que no sería considerados un caso de éxito en Estados Unidos. 

Este martes inauguraban "Los Martes de Ateneo Emprende",  en el que expusieron los detalles sobre cómo ha sido su trayectoria en estos años. Licenciados en Económicas en la Universitat de València y autodidactas en programación informática, Salvador se fue de Erasmus a Bristol para acabar gestando el primer portal español con posibilidad de gestionar virtualmente una cartera de inversión, lo que más tarde se transformaría en la base del software para entidades bancarias OpenFinance. 

"Nuestros clientes son entidades financieras a las que instalamos un software que analiza las inversiones financieras que realizan sus clientes y se trata de un sistema de reporting para el mismo ya que monitoriza y alerta cuando las inversiones sufren cambios bruscos" explica Gonzalo. "Antes los comerciales ofrecían los últimos productos que habían entrado, pero esto se trata de un asesoramiento integral" destaca.

OpenFinance ya es una empresa por la que han pasado más de 150 ingenieros y en la que ahora trabajan cuarenta personas, sin embargo, Salvador no se destaca como una caso de éxito. "Vengo de dar un curso en el MIT y para ellos nuestra empresa sería un caso de fracaso porque no conseguimos dar el paso de ser grandes. Sabemos crear buenas empresas pero como dicen en EEUU, 'go big or go home', y nosotros nos quedamos demasiado pequeños para lo que nos gustaría" se lamenta. De hecho, insiste en que en relación con otros países con más experiencia en emprendedores aún se encuentran en la rampa de lanzamiento pero no han despegado.

¿CUÁNDO SE EMBARCARON EN EL PROYECTO?

Gonzalo estaba en segundo de Empresarial de la Universitat de València cuando decidió irse a Madrid con Salvador para desarrollar el proyecto de Invertia. "Decidí estudiar a distancia y venía a Valencia sólo a hacer los exámenes" explicaba. "El tiempo me ha dado la razón en que hay un momento en la vida en el que hay que echar para adelante". 

Salvador apunta a que para él la relación con la universidad siempre ha sido importante. "Invertia fue un proyecto de universitarios que acabó siendo empresarial" apuntaba. De hecho, conoció a Gonzalo en la misma. "Sabía mucho de bolsa y de Internet".

Sin embargo, dejaron Invertia un tiempo después de vendérsela a Terra porque no podían seguir innovando y no tenían alas. "Estuvimos trabajando en una insitutución financiera, reportando propuestas al comité de inversión, con buenos puestos, pero decidimos irnos y montar OpenFinance" explica. "Vimos que no era nuestro sitio, que eramos jóvenes y que había mucho mercado al que podíamos aportar valor". 

Salvador apunta a que el emprender no se trata sólo de montar empresas. "Siempre que he sido empleado he sido emprendor" explica. "Si eres por cuenta propia es verdad que asumes riesgos financieros que a veces no te dejan dormir, pero nosotros cuando una empresa no valora lo que estamos haciendo nos vamos". Recalca que el emprender es una cuestión de actitud y asegura no poder volver a ser empleado si no le dejan aportar ideas e innovar.

Sobre el tema de financiación, explican que en ningún momento pidieron un préstamo. "Nosotros empezamos buscando clientes, aunque ahora muchas startups no lo hacen" destaca. Salvador insiste en que siempre pensaban en tener a alguien que les comprara el producto y ser rentables desde el día uno. "No se nos ocurría pedir préstamos al banco y tampoco los llorábamos, lo hicimos con nuestro trabajo y con dos o tres años sin cobrar" insiste. "Cuando encontramos un cliente dispuesto a pagar por tener el software que le prototipamos, entonces ya invertimos en su desarrollo. La financiación siempre viene del cliente".

Empezaron la empresa en Madrid pero se dieron cuenta de que allí iba a ser difícil reclutar a gente y que en cualquier momento podría acercarse y comprarles. Además, apunta a que en Valencia hay muy buenas universidades y la gente quería vivir aquí. "Valencia es un sitio ideal para montar empresas y tener un centro tecnológico, hay una buena universidad, una vida tranquila, costes salariales por debajo de otros países, calidad de vida, ¿qué están haciendo tan mal para no tenerlo?" apunta Salvador.

EL CIERRE DE LAS CAJAS DE AHORRO, UN PROBLEMA DE NEGOCIO

"Tuvimos que afrontar una crisis muy gorda de las cajas de ahorro. Todas pagaban una mensualidad y era muy rentable y en este caso si desaparece el cliente no hay mucha alternativa" apunta Gonzalo. "El reto fue salir fuera e internacionalizar nuestro software". Sortearon mucho baches en el camino pero al final llegaron a una acuerdo con Infobolsa, propiedad de Bolsas y Mercados de España y Bolsa de Alemania en el que se quedaban el 62% de la compañía. "Esto nos abrió las puertas a Latinoamérica". 

Salvador apunta a la envidia que le da el ecosistema de otros países y que permite hacer la empresa mucha más grande y global. "Está muy bien vender pero nos habría gustado tener más recorrido, es la pena que hay en la falta de escalabilidad de estas empresas" apunta. "El problema es que muchas de las grandes empresas españolas no viven en entornos realmente competitivos y así es muy difícil crecer a nivel global" explica. "Hacemos las cosas de una manera que no es la más productiva del mundo".

Insisten que en EEUU, sin tener la mayoría de una sociedad sigues teniendo las riendas de la empresa e intentas siempre que valga más. "Allí te compran empresas que son venture capital, que quieren tener ingresos y obtener una rentabilidad y aquí te adquieren sin saber, sino que es cuestión de imagen y modas, de tener una startup en la cartera, pero no son especialistas en gestionar empresas" se lamenta.

"ESTAMOS MUY CERCA DE LA CIENCIA FICCIÓN"

"Estamos viendo cosas muy chulas. La innovación es apasionante, sobre todo lo que estamos viendo en sectores como medicina, educación o la educación" afirma Salvador respecto a la evolución de la tecnología. "Vengo del MIT y están muy cerca de la ciencia ficción, de casos como el de Minority Report" afirma. "En el mundo están pasando cosas muy bonitas y muy temibles".

Sin embargo, lamenta la posición que ha tomado España respecto a la investigación. "El mundo se está yendo por un lado y nosotros nos hemos quedado parados" apunta. "En EEUU están obsesionados con las impresoras 3D, piensan que si lo hacen no tendrán que pedir, por ejemplo, botellas a los chinos. Cuando vienes aquí estamos en una zona de nadie".