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VALENCIA. Las aventuras cinematográficas de Jack Ryan, el héroe creado por el fallecido autor Tom Clancy y ahora interpretado por Chris Pine, regresan a la gran pantalla. Jack Ryan: Operación Sombra ha sido dirigida por Kenneth Branagh, quien rejuvenece al personaje protagonista recreado en el pasado por Alec Baldwin, Harrison Ford y Ben Affleck, para explicar sus comienzos en el mundo de la CIA como analista antes de convertirse en un agente operativo encargado de frenar un ataque ruso contra la economía estadounidense.

La cinta, repleta de acción e intriga, está protagonizada por Chris Pine, Kevin Costner, Keira Knightley y el propio Branagh. Ryan fue llevado al cine anteriormente en La caza del Octubre Rojo, Juego de Patriotas o Peligro Inminente. Branagh, conocido por sus exitosas adaptaciones de los clásicos de Shakespeare, confirma así el salto al cine de masas que inició con su versión de Thor.

Asimismo, la película destaca también por la presencia de un maduro Costner. El oscarizado protagonista de títulos legendarios como Bailando con lobos, El guardaespaldas o Los intocables de Elliot Ness encarna a Thomas Harper, el encargado de pulir el diamante en bruto que es Jack Ryan, un exmarine con una mente brillante y analítica que sin embargo se muestra un tanto reticente a ser un hombre de la CIA. Él será quien le dé la pistola y le ponga operativo.

Harper será la clave para convertir a un joven roto, que no puede ni siquiera andar tras sufrir un terrible accidente de helicóptero, en una máquina de precisión al servicio de la verdad y la justicia. El objetivo del personaje que encarna Costner es claro: aprovechar el privilegiado intelecto y las capacidades del joven Jack para desenmascarar complots financieros que se ocultan tras un mar de cifras y datos en complejas redes informáticas. "Con su experiencia en Wall Street, Jack puede analizar por completo una red mundial interrelacionada y comprender cuál puede ser el punto débil capaz de desencadenar una catástrofe", explica Kenneth Branagh.

Ironías del destino, Costner ejerce ahora de mentor del personaje que un día pudo ser suyo. Y es que al actor, de 59 años, le ofrecieron en su momento protagonizar La caza del Octubre Rojo junto a Sean Connery, pero rechazó el papel de Jack Ryan para dirigir y protagonizar la inolvidable Bailando con lobos, con la que ganó siete Oscars, entre ellos el de mejor película y mejor director.

El actor y director se saca así la espinita y entra a formar parte del universo ideado por Clancy en la película que vuelve a los orígenes de su personaje estrella. De hecho, según reconoce el propio actor, fue el reinicio de la saga lo que más le atrajo del proyecto y le hizo dar el sí a Jack Ryan: Operación Sombra. "La película de espías es un básico cinematográfico, pero a menudo uno entra en la película y no se sabe cuáles son sus comienzos. Así que esto suponía una oportunidad para preguntar: ¿Cómo sucedió eso? ¿Cómo comenzó este agente de la CIA?", señala el actor que destaca la evolución que en este reinicio sufre el personaje.

"Jack empieza siendo más bien un experto en finanzas, un economista, es decir, ni siquiera lleva una pistola cuando llega a Moscú. Pero Harper también sabe que Jack tiene unas cualidades muy resolutivas", afirma Costner que ve a su personaje como una pieza más del gran entramado de defensa de su país.

OTROS MENTORES HISTÓRICOS

Con su papel como descubridor y maestro de Jack Ryan, Costner toma el relevo de históricos actores que acompañaron al héroe de Clancy en sus anteriores aventuras cinematográficas. El primero de ellos fue James Earl Jones, quien durante tres películas encarnó al almirante James Greer.

Él fue el encargado de guiar los pasos de Ryan, interpretado por Alec Baldwin en su primera aventura, La caza del Octubre Rojo (1990), y fue él quien apostó por la mente de Ryan para descifrar el enigma que se ocultaba tras el submarino nuclear ruso que capitaneaba Sean Connery.

En las siguientes dos entregas, y ya con Harrison Ford como protagonista, también fue el encargado de repescar al agente retirado y conseguir que volviera a estar operativo en Juego de Patriotas (1992). También fue él quien le entregó el testigo al frente de la CIA en Peligro inminente (1994), cuando su enfermedad colocó a Ryan como director de la agencia de inteligencia estadounidense.

El otro gran mentor de Jack Ryan fue Morgan Freeman. El oscarizado actor, metido en la piel de William Cabot, el director de la CIA, es quien pone a un inexperto Jack Ryan en la primera línea y quien le obliga a llevar corbata ante el presidente durante la crisis que está punto de desatar la guerra nuclear contra los rusos. Aquello fue en Pánico nuclear, la cinta que en 2002 protagonizó Ben Affleck. Ahora, doce años después, el personaje vuelve con un nuevo y ya también legendario mentor.