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VALENCIA. El cineasta Roman Polanski estrena su nueva película, una peculiar e interesante adaptación de la novela erótica La Venus de las Pieles de Leopold von Sacher-Masoch, protagonizada por la esposa del director, Emmanuelle Seigner, y el curtido Mathieu Amalric.

El film parte de la adaptación teatral que realizó David Ives y se estrenó en Broadway en enero de 2010. La pieza obtuvo una nominación a los premios Tony a la mejor obra y logró el correspondiente para su actriz principal, Nina Arianda. El guión cinematográfico fue escrito por Polanski en colaboración con el mismo Ives y está integramente rodado en francés.

La trama arranca en un teatro parisino después de un duro día de audiciones para el papel de un nuevo proyecto teatral. El protagonista, Thomas, encarnado por Amalric, se lamenta al teléfono por el poco empeño e interés que han mostrado los candidatos que se han presentado. Nadie tiene el nivel necesario para asumir el liderazgo del reparto y Thomas se está preparando para salir cuando aparece Vanda, interpretada por Seigner, un torbellino de energía desenfrenada y descarada.

Vanda tiene todo lo que odia Thomas. Es vulgar, sin cerebro y no se detendrá ante nada hasta conseguir el papel. Thomas le da una oportunidad para mostrar su talento y Vanda le sorprende con una increíble metamorfosis. Provista de accesorios y disfraces, entiende a la perfección el personaje y ha memorizado cada línea del guion. Mientras la prueba se alarga, la intensidad entre ellos se incrementa y la atracción se convierte en una obsesión para Thomas.

El cineasta de 79 años no tiene miedo a provocar con su película sobre las relaciones de dominación entre un hombre y una mujer. En este sentido, Polanski comentó durante la presentación del largometraje en Cannes que lo que le motivó a hacer esta película son los elementos de "sexismo" que hay en la pieza.

Pero el controvertido realizador trató también de curarse en salud asegurando que el personaje masoquista de la cinta, que sueña con ser azotado bajo la caricia de las pieles, no es una semblaza de él. "Yo no soy así", apostilló.