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VALENCIA. Según el ultimo Global Entrepreneurship Monitor Comunidad valenciana un 51,22% de los encuestados reconoce tener habilidades y conocimientos para emprender y un 76% observan oportunidades en el mercado.

Pero ¿de dónde proviene este interés?. Muchos emprendedores lo son por necesidad, unos buscan una forma de labrarse un futuro, otros una forma de encontrar un trabajo. Todos, al fin y al cabo, buscan éxito económico y reputacional, basado en fundar un proyecto, lanzarlo y, al tiempo, venderlo con plusvalías.

Por otra parte, los inversores se sienten atraídos por este perfil de proyectos, ya que buscan alta rentabilidad a cambio de invertir poco dinero - tickets de inversión pequeños- y en compañías cercanas. El inversor buscar compañías cuyo negocio se desarrolle en un sector innovador, con un modelo de negocio sencillo, que generen rápidamente caja y que sea replicable internacionalmente. Y por supuesto, que cuente con un equipo humano capaz de poner todo esto en práctica.

Pero la inversión en este segmento no acabada de despegar. En el año 2013, retrocedió un 26%, según la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (ASCRI). Con estos datos debemos preguntarnos si ¿siguen siendo las Start-ups una oportunidad de inversión?. Analicemos los factores limitadores y potenciadores de estas compañías.

Hasta hace unos 10 años, los problemas de las Start-ups estaban relacionados con su propia estructura e identidad. Partían de tecnologías innovadoras, en muchos casos no contrastadas por el mercado, ofreciendo productos no demandados ni validados por el cliente. Además toda esta actividad se desarrollaba en mercados dominados por multinacionales. Por último, y no menos relevante, las Start-ups se enfrentaban (y enfrentan) a dificultades para captar directivos para impulsar el negocio. Es obvio, que el principal valedor del proyecto es el promotor, su entusiasmo y empuje son esenciales. Con el tiempo el proyecto también requerirá incorporar otras habilidades técnicas o de management, para poder desarrollar cada etapa del proyecto.

Desde hace unos años, a estos problemas se le suman otros también relevantes, como la reducción del ciclo de vida del producto/servicio, que obliga a realizar continúas inversiones para poder ser competitivos. También, han aparecido nuevas formas de competir y nuevos canales de comercialización, muchos casi desconocidos, como la potencialidad de las Redes Sociales. Las Start-ups compiten en un mundo globalizado, un mundo 24 horas, donde el cliente tiene mucha información, técnica y de prescripción (opinión de terceros) que influyen en la elección del usuario.

Pero sin duda, el factor más limitante es la falta de financiación. La cuestión no se centra en el número de instrumentos o iniciativas, sino en el volumen invertido -ticket medio- por proyecto. Este factor viene condicionado por el volumen de fondos, a mayor volumen de fondos mayor inversión por proyecto. En Europa, según European VC Association, el tamaño medio de los fondos que invierten en Venture capital fue de 64MM€ cuando en USA, según National VC Association, fue de $149MM (109MM€). En España, el ticket medio invertido en 2012 fue de 100.000€ para Aceleradoras/BA y 500.000€ para Seed/Start-up, según ASCRI.

Existen numerosos instrumentos para lanzar proyectos- rondas A- con tickets entre 15.000€ y 300.000€, como Incubadoras, Crowfunding, Aceleradoras, Business Angels, Instrumentos de Financiación no dilutiva. Sin embargo, hay pocos fondos especializados de Venture Capital para tickets superiores y rondas B o C. Esta situación abre una oportunidad de inversión en fondos que busquen alta rentabilidad pero que quieran reducir factores de riesgo de una inversión, ya que, sobre el papel - proyectos en rondas B o C, carecen de riesgo tecnológico y tienen un mayor conocimiento y posicionamiento en el mercado objeto.

Pero no debemos dejarnos llevar por el miedo al fracaso y por las dificultades. Las Start-ups también ofrecen grandes oportunidades y palancas de crecimiento. El mismo mercado, les ofrece a través de Internet y las Redes sociales, la oportunidad de tomar contacto directo con el cliente, testear sus gustos, sus preferencias, su coste, en fin, escuchar al cliente y colocarlo en el centro de todas sus decisiones. Esta cercanía es una ventaja frente a otros negocios, ya que permite reducir intermediarios y mantener unos costes de adquisición de cliente bajos.

En conclusión, las Start-up por su naturaleza y estructura sostienen la oportunidad de generar alta rentabilidad pero a un alto riesgo. Realizar una inversión tanto en rondas A, B o C requiere concentrar los esfuerzos en reducir los factores limitantes e impulsar las oportunidades que existen en cada etapa de inversión. Si aún así, quiere acotar más el riesgo de la inversión, invertir - de la mano- de profesionales de la inversión, como fondos de Venture capital, clubs de inversión, asociaciones de inversores será de gran ayuda, ya que, además de la inversión realizada podrá compensar los éxitos o pérdidas con otras empresas de la cartera.

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Pedro de Álava

Director de la gestora de capital riesgo Clave Mayor