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VALENCIA. A Tom Waits le preguntaron una de tantas veces cuál era su disco de cabecera en ese momento, a lo que contestó: "Bari, de Ojos de Brujo". Marinah recuerda este como uno de los momentos que mayor ilusión le produjo durante los 13 años en los que fue la voz y la cara de esta banda ya extinta. El final del grupo no fue un camino de rosas, pero en la mochila Marinah guarda conciertos multitudinarios en México DF, Nueva York, La Habana, Londres y Sydney y experiencais en festivales como Glastonbury (Reino Unido), Pink Pop (Holanda) o el gigantesco Sziget húngaro.

Ahora Marinah presenta un nuevo disco desligada de Max, Juanlu y Dani, aquellos chicos que conoció en Formentera en 1998. "En El baile de las horas concentro muchas rupturas. Cambios profundos en mi vida que quería hacer y que necesitaba hacer para satisfacer otras inquietudes, otro momento de mi vida. Y sí, una de esas decisiones importantes era la de dejar atrás a Ojos de Brujo", contesta la compositora y cantante que atiende a CulturPlaza.com.

Con el nuevo trabajo, a la venta desde el pasado mes de octubre, Marinah se acerca a sonidos mucho más populares: "por primera vez he grabado con una guitarra acústica, porque siempre había sonado con españolas. Además, quería acercarme a otras formas, incluir guitarras eléctricas de forma muy presente y, en definitiva, hacer una música que pudiera escuchar una y otra vez".

Y ella misma asegura que escucha el disco incansablemente, pese a haberse encerrado durante año y medio en su grabación y producción en diferentes estudios. "Tenía una serie de canciones en mi cabeza que sonaban a pop, pero pop en el sentido de popular. Buscaba poder extraer las sensaciones de luz, de sencillez y de música sin cargas y llena de color que pasaban por mi cuerpo hasta el disco".

El nuevo viaje que acaba de comenzar la artista habla de "autoayuda, autoafirmación y actitud ante los cambios y las decisiones importantes. Está hecho desde un lado especialmente femenino, con ganas por ser feliz  y de reinvidicarme conmigo misma".

En el nuevo disco los referentes de Marinah se dejan ver más allá de las ideas rumba y ragga presentes en Ojos de Brujo. Aun así, se mantienen estas y otras cadencias, como la del tango. Todas estas canciones vuelven a partir de la particular forma de componer que tiene la artista: marcando con los nudillos un ritmo asincopado sobre el cual hace la melodía y el ritmo. "Mi forma de componer creo que no es muy habitual. Ahora mismo tengo unos 8 temas que he empezado directamente por los coros, de ahí ‘bajo' hasta la primera estrofa... empiezo por cualquier sitio".

La forma orgánica y natural a la hora de componer entra en una colisión exitosa con la manera en la que organiza la instrumentación del disco. Con la omnipresencia de Carlos Sarduy como productor y multiinstrumentista, Marinah ha contado con el bajo de Armand Sabal-Lecco, un bajista que ha grabado entre otros con Paul Simon, Ringo Starr o Stanley Clarke. Otro de los principales activos musicales del disco es Kim Fanlo, productor y guitarra de Nena Daconte entre muchísimos otros proyectos y ahora clave en el viaje en solitario de Marinah hacia el world pop. Además, por El baile de las horas han pasado los Orishas Ruzzo y Roldán, Philippe Cohen Solel de Gotan Project para producir la canción ‘El Carrusel', o Dani de Morón.

"El disco no está en un género. A mí me puede gustar mucho Coldplay, pero necesito darle más sabores, más géneros y por eso creco que al final hemos hecho un disco variopinto", asegura Marinah. Disco por cierto que ha sido mezclado por Carlos Freitas en Sao Paulo.

David Gómez (batería), Sol Omar (percusiones), Carlos Sarduy (piano y trompeta), Kim Fanlo (guitarras eléctrica y acústica), El Tuto (guitarra flamenca), Armand Sabal-Lecco (bajo) y Marinah estarán este viernes 13 de diciembre actuando en la sala Noise de Valencia, presentando El baile de las horas.  La banda interpretará el nuevo disco de forma íntegra, algunos temas de Ojos de Brujo y canciones nuevas en las que la compositora ya ha empezado a trabajar: "creo que tengo ya como tres discos más en la cabeza".