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LA OPINIÓN PUBLICADA

Manuel Cervera, el último
de los doctores 'Plagio'

GUILLERMO LÓPEZ GARCÍA. 24/11/2013

LA OPINIÓN PUBLICADA

Guillermo López García

Profesor titular de Periodismo de la Universitat de València
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El exconseller Manuel Cervera plagió prácticamente la mitad de su tesis doctoral de una publicada casi una década antes y que fue dirigida por dos de los codirectores del trabajo del propio Cervera. No es el único caso

VALENCIA. Una de las noticias más escandalosas de esta semana, en el ámbito local, ha sido, sin duda, la que destapó el diario Levante-EMV sobre el plagio del exconseller de Sanidad, Manuel Cervera. Cervera plagió prácticamente la mitad de su tesis doctoral (en torno a 90 páginas) de una tesis publicada casi una década antes, y que había sido dirigida por dos de los codirectores del trabajo del propio Cervera.

El asunto es escandaloso por muchos motivos. Por un lado por la dimensión del plagio, que se halla a la altura de otros próceres hispánicos, como el presidente del COE, Alejandro Blanco, que cogió un pdf publicado en la página web de su institución y lo presentó como proyecto de tesis. 

Ejemplos como estos nos permitirían hablar, de hecho, del "plagio a la española" como contraposición al ya tradicional "plagio a la alemana". Con este último, el dirigente alemán acusado de plagio (generalmente, por reproducir tres o cuatro páginas de otra fuente a la que no cita) acaba dimitiendo ignominiosamente. Con el plagio a la española, en cambio, es todo el trabajo, o una parte sustancial del trabajo, lo que se plagia, y por supuesto no hay ningún tipo de consecuencia práctica del plagio, más allá de que el doctor que ha plagiado pueda perder su condición de tal (lo cual es, además, muy poco probable, en el caso de Manuel Cervera).

Como remate, el plagiador demuestra su falta de complejos explicando cosas como que tenía poco tiempo, que es lo que suele hacerse, y demás. Como si eso justificase el plagio, y como si una tesis doctoral fuese un trabajillo sin importancia.

Alejandro Blanco

Pero, bien al contrario, una tesis doctoral es un trabajo de enorme alcance, que a menudo suele constituir la principal aportación a la investigación realizada por el académico a lo largo de toda su vida. Se trata de una investigación desarrollada durante varios años, que demuestra que su autor ha alcanzado la "mayoría de edad" académica, que le permite acometer una investigación monográfica con enorme profundidad y aportar un avance específico genuino.

Pues bien: podemos imaginarnos qué clase de investigador es aquél que considera normal plagiar la mitad de ese trabajo, porque no tiene ni tiempo, ni ganas, de hacerlo por sí mismo. Cervera arguye que la parte plagiada es la menos interesante de la tesis: la revisión el contexto académico en el que se mueve la investigación elaborada por el doctorando, es decir, la parte más general. Es cierto que no es la parte principal del trabajo (algunas tesis, de hecho, no la incluyen, porque se da por supuesto que el doctorando ya conoce las aportaciones de otros trabajos y escuelas a la hora de desarrollar su investigación); pero no es una parte en absoluto menor del trabajo.

Por otra parte, habría que ver cómo plagiar la investigación específica de otra persona sin que nadie se diera cuenta. Es decir, que Cervera plagió lo que pudo plagiar. Y, por si quedara alguna duda de que él era plenamente consciente de que lo que hacía era aprovecharse ilícitamente del trabajo de otra persona, y no sólo "tomar atajos", no se molestó en citar al autor del trabajo que plagió, para no arriesgarse a que alguien detectase el plagio.

José Luis Menezo: ¿Qué hay de lo mío?

Con todo, lo más escandaloso de este asunto ni siquiera es el plagio del doctorando Manuel Cervera, sino la actitud de uno de los directores de la tesis, el reputado oftalmólogo José Luis Menezo, que fue durante décadas jefe de servicio del hospital de La Fe. Porque Menezo no sólo conoció la realidad del trabajo de su doctorando (es decir, el plagio) desde el principio, sino que lo ocultó durante años. Y los motivos son muy ilustrativos: para ver qué sacaba a cambio.

José Luis Menezo

En una entrevista que es para leérsela desde la primera palabra hasta la última, así lo afirma Menezo, sin que aparentemente le preocupe reconocer algo así: "Te la tragas. Te callas porque es un alto cargo. En este mundo si vas de don Quijote te dan a derechas e izquierdas. -¿Por qué no hizo nada? -Porque tal como se podían plantear las cosas en un futuro, me guardo el comodín".

El problema aquí, para Menezo, no fue la minucia del plagio, sino que el plagio de su doctorando no le sirvió de mucho (o le sirvió menos de lo que Menezo esperaba), desde el punto de vista de su promoción personal. Le dejé plagiar la tesis y sólo me llamó un par de veces, viene a decir, indignado, Menezo.

El PP se derrumba... ¡Arrepentíos!

La actitud de Menezo, por desgracia, ha sido, en la Comunidad Valenciana, bastante más común de lo que se piensa: es la actitud de mucha gente, que a menudo ocupaba puestos prominentes (en la Administración pública, en las empresas, en las Universidades, o como referentes sociales, culturales o deportivos), que mantenía una postura totalmente acomodaticia frente a quienes atesoraban poder, y estuvieron dispuestos a transigir lo que fuera necesario en pro de su beneficio personal. Y si había que permitir (o quién sabe si incluso alentar) cosas como un plagio de una tesis doctoral, pues se alentaba.

Lo llamativo de la situación actual es que mucha gente, que ha vivido, y muy bien, de sus buenas relaciones con el poder político durante décadas, están descubriendo, y a marchas forzadas, su vertiente crítica, su desazón, quién sabe incluso si pulsiones revolucionarias, antisistema, conforme ven que la indiscutible hegemonía del PP en la Comunidad Valenciana se resquebraja a velocidad de vértigo. Adocenados a lo largo de casi veinte años, muchos de ellos copartícipes, y en primera línea, de la prosperidad ligada con el PP, ahora se nos están convirtiendo en radicales críticos de última hora.

En breve, quizás, comencemos a escuchar espeluznantes relatos sobre cómo muchos que, según todas las apariencias, estaban disfrutando de los beneficios de una inmejorable relación con el poder, en realidad no querían, trabajaban a desmano. Es más: eran críticos desde hace mucho, mucho tiempo; sólo que lo eran "desde dentro" del poder. Y bien dentro. ¿Qué mejor que estar cerca del poder, que encarnar el poder incluso, para mejor poder socavarlo, debilitarlo, durante décadas si es preciso? Al menos, ahora podemos entender, por fin, por qué el modelo de crecimiento y riqueza desarrollado por el Partido Popular a lo largo de todos estos años se está cayendo a pedazos. No es que no funcionase; es que algunos de los que más se beneficiaban de él trabajaban, en silencio, para hacerlo fracasar.

#prayfor... Partida de póker por RTVV

Entramos en la semana decisiva para RTVV, en la que las Corts consumarán, salvo sorpresa, su cierre. La sorpresa puede venir de dos frentes: o bien una rebelión interna en el Grupo Parlamentario Popular, más que improbable, o bien una rectificación de última hora por parte del Consell. También más que improbable, puesto que el Consell ya ha dicho en repetidas ocasiones, por activa y por pasiva, que su decisión es firme.

Pese a todo, en los últimos días se ha abierto aquí cierta incertidumbre, motivada por la negociación de José Ciscar con el Comité de Empresa de RTVV y por la clara percepción de que los trabajadores están dispuestos a negociar y a ofrecer un plan de viabilidad. Si este plan se hace bien, y se muestra claramente que, con cambios y recortes (que obviamente serán profundos), es posible mantener RTVV, el Consell no tiene una salida fácil. Si pese a todo cierra RTVV, el argumento económico que ha enarbolado hasta la fecha quedará un tanto desvirtuado.

Si no cierra, hará precisamente lo que más temen los políticos españoles. Aquello que, por alguna razón, se supone que nunca debería hacer ningún dirigente democrático: rectificar. Aunque una rectificación, oportunamente vendida como la forma de quebrar la resistencia de los trabajadores para aceptar un plan razonable, podría ser una salida. Pero -insisto de nuevo- sea muy difícil que ésta se produzca.

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Guillermo López García

Profesor titular de Periodismo de la Universitat de València
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7 comentarios

spainfull escribió
30/11/2013 15:13

pues yo creo que es más escandaloso aún que el tal Menezo diga lo que dijo tan pancho, que su actitud. Alucinante...

La Ciencia Enana... y Rastrera escribió
25/11/2013 19:22

El avance de la ciencia es obra de enanos subidos a hombros de gigantes.... El problema es que algunos enanos ni siquiera levantan más que la nuca del gigante sobre el que cabalgan.

emigrante escribió
25/11/2013 11:35

Lo más triste de todo es que al tal Menezo no le falta razón cuando dice que si te pones exquisito el poder te lamina. Ahí está el ejemplo y escarnio del juez Garzón para recordárnoslo. Habrá muchos consentidores de la corrupción por interés pero no deben ser pocos los que callan por miedo.

Joanot escribió
25/11/2013 10:31

Enhorabona per l'article! Aci no dimiteix ningú ni borratxo! Ara caldria preguntar-se com és possible que l'ex "Molt Honorable" Camps es traguera el títol de dret en apenes sis mesos. Done una pista: intel.lectualment no és superdotat precisament...

Marina la lía escribió
24/11/2013 20:28

Si no accepten la proposta del Comité d empresa están fent un paripé q es notarà en les eleccions. Ja està be de tanta incompetència política. ..

Fran Saurí escribió
24/11/2013 12:07

Señalas que "la indiscutible hegemonía del PP en la Comunidad Valenciana se resquebraja a velocidad de vértigo" Eres precavido porque hablas de hegemonía y no de mayoría. Lo vengo a decir porque, como dice Pons: "el PP es un partido de votantes tan honrados como todos, [...]"

Sergio Capelo escribió
24/11/2013 11:44

No sé si és per convicció pròpia o per contagi de les mentides de Frabra i Ciscar. Els treballadores SEMPRE hem estat disposats a negociar a través dels nostres representants. Qui no ha volgut negociar de bona fe i ha amagat informació ha sigut l'empresa. No ho dic jo, ho diu la sentència del TSJCV. Sí, ja sé que són 50 fulls, però estaria bé que algú la llegira.

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