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VALENCIA. El paso de Rosa Vidal por la dirección de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) ha hecho que se convenza de que es posible hacer una televisión pública viable. Como ejemplo pone los resultados de sus meses al frente de la cadena, donde ahorró millones de euros con el apoyo de la plantilla y se saneó las cuentas de la empresa:

"Hacer una televisión pública viable es posible. Sin ninguna duda. Lo hemos hecho nosotros en siete meses. Nosotros llegamos a la televisión después de que se hubieran incumplido todos los plazos de aplicación del ERE, del contrato programa... El Consell había marcado un presupuesto el año pasado para salarios por el que toda la extinción laboral tenía que estar hecha para el 30 de junio. Pero esto no iba a ocurrir.

Además, yo no entré en la empresa hasta el mes de abril y no fue hasta la última semana de ese mes que se incorporó el nuevo director de gestión. A finales de mayo, al primer consejo de administración llevamos las cifras del mes de abril. En ese momento, teníamos unas pérdidas de 3,3 millones de euros entre el ente, la televisión y la radio.

Desde ese día empezamos a tomar medidas. En mayo, redujimos el personal directivo de más de 180 personas a unos 100 sin tocar el convenio colectivo. Eso significó una reducción de gastos de 1,5 millones desde ese día. Por lo tanto, en medio año ahorramos 600.000 euros".

"LA DECISIÓN FÁCIL ERA NO HACER NADA"

"En segundo lugar, aprobamos el contrato programa y ese mismo día ya teníamos técnicamente preparado el proceso de fusión de las cadenas de televisión Punt 2 y Nou 24. De esa manera, se conseguía un ahorro al año de 2,7 millones de euros.

Por otra parte, establecimos un control de la parrilla de ajenas (la contratación de series y películas a programar), anteponiendo el control del gasto a las expectativas de obtener más audiencia contratando series o películas más caras. Esta ha sido una de las labores en las que más han trabajado el director de gestión y el director de programas.

Cuando entramos, la parrilla en ajenas cada semana estaba costándonos unos 300.000 euros con películas que costaba un dineral. Todo valía. Sin embargo, nos hemos ido con la misma audiencia y un gasto de 120.000 a 150.000 euros, después de una rebaja gradual de costes.

Además, recortamos los complementos económicos a los trabajadores. Por eso, que ahora estuvieran pidiendo que nos quedáramos, dice mucho del equipo de gestión. Nos ha quedado por hacer los cambios para mejorar la eficiencia empresarial.

Sí pudimos cambiar horarios de los trabajadores para ganar horas de producción al mes. Así desde el 9 de octubre, que fue cuando se aplicó, pasamos a hacer en producción propia lo que habrían sido entre 1.800 y 1.900 horas anuales. 

RTVV necesitaba eficiencia, nuevas formas de gestionar. Cambiar las formas, las inercias. Habría costado un tiempo, lo mismo que recuperar la audiencia, pero lo habríamos hecho. Por eso, no nos íbamos a quedar a ser quienes cerraran la televisión. Hemos perdido absolutamente la confianza en el Consell". 

"EL CONSELL MIENTE"

"La razón principal es que la sentencia de nulidad del ERE es muy clara y no dice lo que el Consell dice que dice. No han sido nuestras decisiones las que han llevado a la anulación del despido colectivo. Hay una docena de motivos que se han cometido desde mucho antes de que entráramos en la empresa. El Consell miente.

Nosotros hemos perdido la confianza en unas personas que nos apoyaron y me dejaron hacer un equipo directivo como yo quise. Además, el presidente Fabra era perfectamente conocedor de mi decisión de desafectar a 186 técnicos para evitar que la televisión se fuera a negro el 1 de septiembre, aunque yo no tenía legalmente adscripción funcional alguna del Consell.

Por otra parte, tengo un informe del despacho de abogados Sagardoy, uno de los más prestigiosos de España, que además está hecho por un catedrático, que avala como esa decisión fue tanto lógica como jurídica.

Lo que ocurre es que si se toman decisiones en momentos de tensión, se asumen riesgos y cuando están judicializados, aún más. Pero para gestionar y sacar algo adelante hay que moverse y tomar decisiones. Lo fácil era no hacer nada e ir a negro, porque sólo se quedaban siete técnicos en la casa, pero no estábamos dispuesto a ser los culpables de esa situación".