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ACTOS INSTITUCIONALES DEL 9 D'OCTUBRE

Una celebración descafeinada para un presidente cuestionado

X. AGUAR. 10/10/2013 FOTOGALERÍAS: 1ª El acto institucional y 2ª: La Senyera sale a la calle

VALENCIA. No soplan vientos favorables para el PP de la Comunitat Valenciana y para su líder, Alberto Fabra. La celebración del 9 d'Octubre no ha implicado un espaldarazo para el presidente de la Generalitat, sino que ha representado más bien un obstáculo que superar como buenamente ha podido. 

Empezando por la entrevista en Onda Cero concedida por el jefe del Consell. No es buena señal que el máximo responsable de los populares valencianos deba asegurar que quiere presentarse como candidato a la Generalitat y se vea obligado a esquivar preguntas sobre otras hipotéticas candidaturas como la de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Un indicativo de que los murmullos y dudas en el seno del PPCV continúan presentes.

Tampoco llegaron grandes noticias para los populares desde la tradicional encuesta del diario El País. Pese a la pérdida de mayoría absoluta -41 escaños, frente a los 55 actuales- desde el PPCV se celebraba en privado que la caída no fuera más amplia y que la encuesta reflejara registros solo levemente inferiores a los cosechados el pasado año en el mismo sondeo. Ahora bien, la mayoría queda a nueve escaños, aunque los populares observan de reojo los cinco diputados que según el estudio sacaría UPyD para evaluar posibles acuerdos en el futuro.

Con este escenario, mucho ánimo debía levantar el jefe del Consell desde la tribuna donde intervino en el acto de entrega de las distinciones de la Generalitat. Llegados a este punto, se produjo un hecho que últimamente parecía en cierta medida superado: el presidente Fabra: continúa con serias dificultades para corregir sus problemas de discurso con el valenciano. Si el mensaje, por la coyuntura actual, ofrece dudas sobre su credibilidad, la manera de ejecutarlo diluye en gran medida sus posibilidades de éxito.

Más aún cuando una de las patas fundamentales del discurso del presidente versó sobre la valencianía, las señas de identidad, el antagonismo con Cataluña y el valor de enaltecer la senyera. El jefe del Consell no termina de tomarle el pulso a este tipo de discurso, por lo que resultó una intervención trabada y poco creíble en este aspecto.

Alberto Fabra, durante su intervención de este miércoles 

Si no existiera la memoria, la esencia del mensaje era buena: el presidente estuvo reivindicativo. Exigir infraestructuras como el Corredor Mediterráneo, mayores inversiones, una reforma del sistema de financiación o la ya clásica exigencia hídrica, forma parte del ADN del PP valenciano. Ahora bien, se ha evidenciado en los últimos meses que varias de estas demandas no se encuentran entre las prioridades a atender desde el propio PP nacional, como ocurrió con la reforma estatutaria o el retraso en cambio del sistema de financiación.

Así pues, la intervención del presidente estuvo apoyada en una serie de exigencias dentro de un marco rreivindicativo, bajo el manto de aislamiento, eso sí, de las propias paredes del Palau de la Generalitat. Un discurso que la oposición -PSPV, Compromís y EU- trató de desenmascarar tachándolo de "electoralista" y "partidista", contribuyendo así al ambiente de tensión que ha crecido en las últimas semanas merced a la confrontación por la ausencia de pacto sobre financiación en el Debate de Política General y la pugna por parte de populares y socialistas para arrogarse un gran acuerdo con la sociedad civil valenciana.

Esto, unido a la deriva valencianista -con recados a las oposición regados de acusaciones veladas de ‘pancatalanismo'- promovida por el PPCV de cara al 9 d'Octubre y a las futuras elecciones, ha provocado una situación casi prebélica entre los populares y la oposición, que de no acercar posturas en un futuro cercano, se verán abocados a una guerra política sin concesiones de año y medio de duración: hasta los comicios de 2015.

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2 comentarios

Joanot escribió
10/10/2013 11:27

Un discurs carregat de cinisme, de falsetat i de mentides. Es dir, típicament del PPCV. Només els queda afirmar, amb un valencià que només el gasta el 9 d'Octubre, que ells són els valencians de veritat. És insoportable!

Boro Inot de las Marismas escribió
10/10/2013 08:05

Vale, ya nos hemos mirado el ombligo: señas de identidad, orgullosos de ser valencianos, senyeras, cuatribarradas, esteladas, discursos, himnos, pitos, aplausos...., todo promovido con dinero público... 30 años así y lo que nos queda. Mientras en Madrid ni se han enterado, los catalanes "a lo suyo", corruptos, malos gestores y oposición "de puente" disfrutando y el resto a continuar pagándoles la fiesta a todos.

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