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Claves para invertir (bien) en la recta final del año, por PROFIM

10/10/2013

MADRID. Afrontamos el último trimestre del presente ejercicio con el mismo optimismo y la misma precaución que nos marcamos como estrategia a principios de este 2013.

Si bien en PROFIM Asesores Patrimoniales EAFI seguimos considerando que "el fondo del mercado de renta variable sigue siendo positivo", encaramos la recta final del año con ‘viejos' focos de tensión sin cerrar, "lo cual nos obliga a mantener la cautela en todas nuestras recomendaciones". Esos focos son los siguientes:

  • Por un lado, la negociación entre republicanos y demócratas por el aumento del techo de gasto y deuda federal en Estados Unidos.

  • Por otro, la retirada de los estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal norteamericana.

  • Sin olvidar los problemas políticos y económicos aún sin resolver en Europa.

Bajo este escenario, estas son, según PROFIM, las cinco CLAVES PARA INVERTIR en el último trimestre del año:

  • Somos moderadamente optimistas con la renta variable, aunque aconsejamos a los inversores de perfil más conservador abstenerse, por ahora, de invertir en este activo.

  • Nuestros mercados de renta variable favoritos son Europa y Estados Unidos, por este orden.

  • Sugerimos no invertir en mercados emergentes, a menos que el inversor tenga un perfil muy agresivo y su horizonte de inversión sea a largo plazo.

  • En los mercados de renta fija recomendamos ser algo más prudentes, y muy selectivos.

  • Desaconsejamos invertir en renta fija especialmente sensible a los movimientos en los tipos de interés (fondos de deuda, pública -de países core- o privada, a largo plazo).

  • Sí vemos valor en la renta fija pública de medio plazo de países periféricos de la zona euro, como es el caso de España.

  • Nos gustan los fondos flexibles. Creemos que, en el entorno actual, la flexibilidad y el compromiso de los gestores con el patrimonio del fondo son fundamentales.

Septiembre ha dejado un buen sabor de boca a los inversores, sobre todo gracias al positivo comportamiento de los principales mercados de acciones. Pero también, nos ha dejado alguna que otra sorpresa como ha podido ser la decisión adoptada por la Reserva Federal norteamericana de mantener invariado su actual programa de compra de activos financieros. De esta forma, continuará, hasta nuevo aviso, el "manguerazo" de liquidez propiciado por los bancos centrales más importantes del planeta.

MUCHA MERKEL

Donde no hubo ningún tipo de sorpresa fue en el resultado de las elecciones generales en Alemania. La Sra. Merkel volvió a ganar garantizándose, con ello, tanto la continuidad en las políticas económicas que están haciendo de este país la locomotora de la recuperación de la economía europea, como la imposición de la visión germana en torno a la reconstrucción de la Unión Europea.

Ahora, afrontamos el último trimestre del presente ejercicio y, como ya hemos apuntando en anteriores ocasiones, somos de la opinión de que vamos a tener un otoño "calentito". De hecho, no habíamos acabado septiembre y ya teníamos encima de la mesa dos viejos conocidos focos de tensión: por un lado, la negociación entre republicanos y demócratas por el aumento del techo de gasto y deuda federal y, por otro, la crisis política que volvía a estallar en Italia (aunque finalmente el primer ministro Enrico Letta ha logrado la confianza de los parlamentarios de su país para seguir al frente del gobierno italiano).

POSIBLES FOCOS DE TENSIÓN

Junto con los anteriores problemas, no debemos obviar otros posibles focos de tensión. En este sentido, nos ocupa y preocupa, principalmente, el calendario e intensidad de la retirada de estímulos monetarios por parte de la FED que, al final, llegará a producirse. Sus efectos recaerán no sólo sobre la primera economía del mundo sino, también, sobre los mercados de acciones y deuda de otras zonas geográficas, en especial sobre muchos países emergentes.

También habrá que seguir muy de cerca las negociaciones en torno al techo de gasto y deuda pública en USA, pues una cosa es una cierta parálisis gubernamental del país (lo que se conoce como "shutdown") y otra muy diferente que se llegue a la situación de impago de los compromisos de deuda.... Algo realmente grave.

En el improbable caso de que no haya acuerdo y se dejen de pagar los intereses de la deuda pública,  las ventas en el mercado de bonos serían masivas y subirían los tipos de interés del papel público americano en todos los plazos. Muchos inversores retornarían a sus divisas locales provocando una devaluación enorme del dólar frente a la práctica totalidad de las divisas. Al subir los tipos y devaluarse la moneda los inversores en bolsa, verían caer el valor de sus acciones y las ventas se adueñarían de la renta variable. Eso "sería un caos en todos los mercados financieros".

En realidad, lo que nos jugamos es la forma de hacer la política fiscal de la próxima década. Qué gastos se reducirán e incrementarán y que impuestos subirán o bajarán.

En relación al denominado "tapering" (retirada paulatina de estímulos monetarios desde la FED), por ahora y, como decíamos anteriormente, contra casi todo pronóstico el Comité de este Banco Central ha decidido retrasar la retirada de la actual inyección de liquidez para no dañar el ciclo de recuperación económica norteamericana.

PENDIENTES DE LA RESERVA FEDERAL

Aunque, quizás, haya otro motivo más preocupante detrás: la mayor parte de las compras de deuda pública norteamericana las realiza la FED, pues el resto de posibles compradores de bonos (inversores minoristas norteamericanos, inversores extranjeros o entidades financieras del propio país) han perdido cierto interés, frente a ejercicios anteriores, en este tipo de activo.

Por ello, la FED ha valorado la reacción que tuvieron los tipos de interés (repuntes importantes) durante los pasados meses de mayo y junio, cuando Bernanke avisó de que los estímulos monetarios tenían fecha de caducidad. Si la FED va reduciendo su política monetaria ultra expansiva y los desequilibrios fiscales en el país no se van corrigiendo, los tipos de interés norteamericanos podrían volver a repuntar con fuerza, restando crecimiento económico al país; sin olvidar el efecto negativo que, de forma colateral, esto tendría sobre aquellas economías emergentes más endeudadas en dólares USA. Dicho endeudamiento les acarrearía un sobrecoste importante.

Pero si estas políticas de estímulo monetario (que permiten ganar tiempo) no van acompañadas de un ajuste de las cuentas públicas (y no nos referimos a subir impuestos -que es lo fácil-, sino más bien a reducir gasto público, poco eficiente y necesario), al final cualquier tensión política, como la vivida en USA o Italia estos días, hace de ella una nueva "borrasca" sobre los mercados de capitales. Con la posibilidad de que las "burbujas" que se han ido generando en los mercados de capitales, se vayan pinchando (como ya ha ocurrido sobre la deuda emergente este mismo año).

EUROPA, PASO A PASO

En el caso de Europa, parece que ésta comienza a dar síntomas de que, en términos globales, va dejando atrás la recesión económica. No obstante, aún hay mucho por hacer: reducir los desequilibrios fiscales en varios países de la zona euro, rebajar la elevada tasa de paro, permitir que fluya el crédito a familias y empresas, etc. Por tanto, aunque las expectativas son de ir creciendo "pasito a pasito", la recuperación es aún vulnerable.

Estamos, por tanto, avisando de un otoño caliente en los mercados financieros y, por ello, la estrategia que sugerimos seguir a la hora de invertir en fondos de acciones es la siguiente:

  • Los inversores con perfil de riesgo muy conservador o de retorno absoluto deberán abstenerse de invertir en este tipo de activos. Para el resto de perfiles de riesgo, nuestra sugerencia es contar con un porcentaje de la cartera invertida en mercados de renta variable (vía fondos "puros" de bolsa y mixtos), pero en un porcentaje que nunca supere la neutralidad por perfil.

  • Debemos centrarnos, fundamentalmente, en renta variable europea y norteamericana. De hecho, por encontrarse algo más barata y porque, a poco que se reactive la economía europea las empresas mejorarán sus beneficios, sugerimos sobreponderar la renta variable europea frente a la norteamericana.

  • Japón nos gusta, pero preferimos posicionarnos en este mercado a través de fondos de renta variable internacional. Únicamente para inversores cuyo perfil de riesgo sea realmente agresivo aconsejaríamos fondos "puros" de bolsa japonesa y que, por supuesto, cubran riesgo divisa frente al euro.

  • Por último, creemos que puede haber oportunidades en determinados países emergentes (cuando nos referimos a países emergentes debemos considerar siempre antes las diferentes singularidades económicas y políticas de unos países frente a otros). Pero, por ahora, sólo recomendamos invertir en este tipo de fondos de bolsa a inversores cuyo perfil de riesgo sea "muy agresivo", con un plazo de inversión superior a dos años.

Esta es la estrategia propuesta para las carteras de renta variable desde nuestra firma de asesoramiento en estos momentos. En todo caso, vamos a seguir muy de cerca la negociación en torno al presupuesto fiscal estadounidense. Y si en los próximos días no se llegara a un acuerdo, sí consideraríamos recomendable reducir el peso de la inversión en fondos que inviertan en mercados de acciones, ante la posibilidad de que la primera economía del mundo diera "default".

PRUDENCIA EN RENTA FIJA

Si bien en renta variable, como decíamos anteriormente, somos moderadamente optimistas, en los mercados de renta fija, recomendamos, actualmente, ser algo más prudentes; sobre todo, ser muy selectivos con nuestras inversiones. Esto se debe a que, como comentábamos, nos encontramos ante la posibilidad de que la FED, en algún momento, decida retirar los estímulos monetarios que vienen aplicándose ya durante un buen periodo de tiempo. Este hecho es sumamente importante a la hora de definir en qué tipos de fondos de renta fija debemos o no posicionarnos.

La denominada estrategia de "tapering", que en algún momento tendrá lugar, hace poco aconsejable contar con fondos de renta fija especialmente sensibles a movimientos en los tipos de interés de mercado. Es decir, estaríamos desaconsejando fondos de renta fija (pública o privada) de largo plazo, ya que un repunte de los tipos de interés de mercado, en uno y otro lado del Atlántico, afectaría negativamente sobre el precio de los bonos en cartera de este tipo de productos.

Solo una vuelta a las tensiones económicas y financieras mundiales o una recaída en un escenario de estancamiento/recesión económica a nivel mundial..., haría que este tipo de fondos pudieran ser tenidos de nuevo muy en cuenta. Pero por ahora no los recomendamos tener en cartera.

En cambio, donde sí seguimos viendo algo más de valor es en la renta fija pública de medio plazo de países periféricos de la zona euro (sobre todo la española). Creemos que los esfuerzos que se están llevando a cabo en estos países para solventar sus problemas estructurales (elevados endeudamientos públicos y privados, competitividad de sus economías, etc.), junto con la actitud del Banco Central Europeo, manteniendo los tipos de interés oficiales bajos (el tipo de interés real, una vez descontada la inflación, está en terreno negativo) y actuando casi como prestamista último, hacen, ahora sí, más atractivo este tipo de activos de renta fija.

Por lo tanto, nuestra recomendación sería tener poca renta fija en cartera, centrándonos más en deuda periférica (sobre todo española), y apoyarnos, sobre todo, en mixtos de renta fija que recojan muchas de las siguientes características:

  • Renta fija, fundamentalmente, de corto/medio plazo y sin deuda emergente.

  • Que tengan por objetivo, no garantizado, preservar el capital invertido en plazos de 12 meses y un riguroso control de la volatilidad (medida de riesgo) de la cartera.

  • Que la parte del patrimonio gestionado en bolsa sea flexible (máxima exposición 30% sobre total de la cartera, pero con capacidad de reducir dicho porcentaje en momentos de tensiones financieras).

  • Que la inversión en acciones se centre en compañías europeas y, en determinados casos, norteamericanas.

  • Y por último, pero no menos importante, valoramos positivamente que el equipo de gestión de dichos fondos mixtos defensivos invierta parte de su propio patrimonio en los fondos que ellos mismos gestionan.

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