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VALENCIA (FOTOS EVA MAÑEZ). Aun así, durante estos eventos existen "espacios paralelos"; pasarelas improvisadas en chill outs, salones VIP o aglutinadas colas a la entrada del programa oficial. En ellos, todos los asistentes aprovechan para lucir sus mejores galas; capas de piel, calcetas armazonádas, deportivas de plataforma, maxi y mini faldas, sombreros y tocados de boda. El todo vale sin mesura.

Repasa aquí todas las fotos de los perfiles alternativos entre el público de la XV Valencia Fashion Week.

El momento es una autentica lucha de egos ataviada de extraños ropajes, y para esto, cito una frase de Lipovetsky que viene al caso: "la moda no solo ha permitido mostrar una permanencia de rango, de clases, de nación, ha sido además un vector de individualización narcisista y un instrumento de liberación del culto estético del Yo".

La dinámica mediática y la imagen como elemento clave de esta mediación se extienden al atuendo. Como avatares de la moda, los transeúntes encarnan la complejidad del comportamiento humano disfrazados de hombres aseñorados, muñequitas góticas, dominantas contemporáneas y adolescentes leopardo. 

Este es el síntoma de la generación inconforme, el de la generación de la crisis, donde prima el caos estético y se rompen patrones convencionales, algunos muy bien logrados, y otros dispares, poco acertados. La implacable realidad es que todos aprovechan el evento mediático de la feria para darse sus quince minutos de fama.