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TENSIONES EN EL CONSELL

Juan Carlos Moragues
Atrapado entre la pose reivindicativa del PPCV y la negociación con Montoro

A. M.. 20/09/2013 El rearmado discurso sobre la urgencia de una mejor financiación en determinados sectores del PPCV incomoda al responsable de Hacienda en sus negociaciones con Madrid

VALENCIA. El conseller de Hacienda y Administración Pública, Juan Carlos Moragues, se ha visto atrapado en un doble juego de estrategia política ajeno al perfil eminentemente técnico que le caracteriza. En los últimos días, referentes del PPCV como Alfonso Rus, Juan Cotino o, ayer mismo, Rita Barberá, han elevado la voz para reivindicar la reforma del sistema de financiación autonómica con vehemencia y, esto es novedad en la alcaldesa de Valencia, exigiendo inmediatez.

Este discurso de urgencia, aunque en el caso de Rus lleva repitiéndose desde hace meses, no puede desvincularse de la preocupación que existe entre los populares ante las malas previsiones electorales que vienen apuntando las diferentes encuestas. La sensación es que si no se imprime un giro estratégico será difícil para el PPCV reeditar el triunfo en las urnas que vienen repitiendo desde 1995.

Así, ese aumento de decibelios reivindicativos que los populares están aplicando, contrasta con el perfil absolutamente técnico y pragmático de Moragues, que defiende también el cambio del modelo ante el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pero esgrimiendo los diversos informes recopilados sin declaraciones estridentes.

No obstante, mientras el conseller de Hacienda mantiene constantes reuniones y contactos con el equipo del ministro Montoro para conseguir liquidez que permita pagar las facturas; la vehemente exigencia de un nuevo sistema de financiación por parte de algunos líderes del PPCV no facilita su trabajo.

Así lo señalan distintas fuentes públicas y privadas conocedoras de la situación, que advierten cómo cada reacción airada por referentes locales del partido como Cotino, Rus o Barberá "lastran" -o al menos no ayudan- al titular de Hacienda en sus avances para que Madrid abra la mano para transferir fondos que permitan reducir cuanto antes los impagados de la Generalitat.

Y es que, la propuesta de reforma de la financiación, además de no convencer al Gobierno de Mariano Rajoy, es una estrategia a largo plazo que no resuelve los muchos y urgentes problemas del responsable del saneamiento de las cuentas públicas valencianas. "La estrategia política y la gestión institucional no siempre casan bien", reconoce una persona implicada en el proceso.

LA RENTABILIDAD POLÍTICA DE LA REIVINDICACIÓN

Cristóbal Montoro

Aunque el presidente Alberto Fabra ha planteado el estudio de esta exigencia en distintos foros, como la reunión interparlamentaria del PP celebrada ayer mismo, lo cierto es que las actitudes más encendidas no vienen del Consell, sino de un ámbito principalmente partidista para las propias filas, que se están desmovilizando a falta de medio año para las elecciones europeas y a año y medio para las autonómicas.

Desde el ámbito político se apunta que el PP necesita poner en el debate público un tema ajeno a la crisis y que pueda servir para identificar un culpable externo a los problemas económicos y, en el caso de que se avanzara en la negociación con el Estado, protagonizar un episodio de liderazgo nacional, que tanta falta le hace a la formación valenciana.

Aunque representantes de la sociedad civil, como empresarios o miembros de la Universidad, han coincidido en denunciar la discriminación de la Comunitat Valenciana, la situación actual de las cuentas públicas estatales y la actitud de sus responsables no parecen encaminadas a otorgar mayor financiación a Valencia a corto plazo.

UN PERFIL EMINENTEMENTE TÉCNICO

Alberto Fabra y Mariano Rajoy

Este escenario coge al conseller Moragues en otro afán y con una experiencia profesional eminentemente técnica. A diferencia de otros compañeros de Ejecutivo, él no había estado vinculado a las actividades del Partido Popular ni en su Gandia natal ni en sus destinos como funcionario del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado.

De hecho, se le puso al frente de la conselleria procedente de delegación de la Agencia Tributaria en la provincia de Castellón, en la que era el máximo responsable. Antes había sido administrador de la Agencia Tributaria de Guillem de Castro de Valencia, al igual que de la de Gandía, Valencia-Grao y Xàtiva, además de inspector de Aduanas en el puerto de Valencia y miembros del Cuerpo Técnico de Hacienda de Recaudación en la Dependencia Regional y Provincial de Barcelona, en la Administración de Colom en Barcelona y en la de Tortosa (Tarragona).

Además de poco dado a la vanidad, en su entorno se destaca su celo profesional, del que también ha dado ejemplo a sus alumnos del Máster de Tributación del Colegio de Economistas de Valencia desde el año 2006 y del Máster de Tributación ADEIT de la Universitat de València desde 2007.

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1 comentario

Boro Inot de las Marismas escribió
20/09/2013 07:58

Ha de pagar miles de millones en despilfarro y corrupción y no exige ni una responsabilidad: el perfil será técnico, pero el rostro lo tiene de político.

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