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VALENCIA (VP). Las acciones del Banco Popular (POP) encadenaron ayer su tercera caída consecutiva y vuelven a estar cerca de perder la psicológica cota de los 4 euros, que por otro lado tanto le ha costado recuperar a la entidad presidida por Ángel Ron.

Las idas y venidas en su capital son una constante, lo que es síntoma de cierta 'inestabilidad' (o 'recelo') aunque más de uno dirá que el 'Popu' es uno de los valores que más ha subido durante este verano. Y no les falta razón, dado que prácticamente ha duplicado su precio al pasar de los 2,35 euros hasta llegar a tocar los 4,30 euros.

Desde ahí ha acusado la lógica salida de una corriente bajista propia de las ganas de muchos inversores de hacer algo de caja y materializar parte de las espectaculares plusvalías cosechadas. Pero no es menos cierto que las compras y ventas por parte de consejeros tienen a más de uno con la mosca tras la oreja.

LA SINDICATURA, SIEMPRE PRESENTE

La última en aumentar su capital ha sido la Sindicatura de Accionistas, al elevarlo hasta el 9,902% de su capital dentro de sus habituales (y contínuas) operaciones, tanto de compra como de venta, más propias de un 'trader'.

Si la Sindicadutra ha reforzado su peso, el empresario portugués Américo Ferreira de Amorim la reducía recientemente hasta el 0,006%, según los datos recogidos de la CNMV, tras vender 5,58 millones de acciones. Dicho consejero lleva desinvirtiendo en el banco desde comienzos de año y, curiosamente, ha realizado más operaciones de venta este verano -con el valor disparándose- reduciendo su participación desde el 3,242% hasta el 0,006%.