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'EL CABECICUBO'

‘No seas pesado', tratamientos contra la obesidad convertidos en espectáculo

ÁLVARO GONZÁLEZ. 14/09/2013 La Noria deja paso a un magazine cuyo plato fuerte es un reality de personas obesas que quieren adelgazar y qué mejor forma de hacerlo que en un show televisado

MADRID. Va a resultar extraño pasar el dedo por el mando un sábado por la noche y no encontrarse a los tertulianos de La Noria dando voces. ¿Cómo puede un ciudadano español sobrevivir sin el oxígeno de escuchar frecuentemente "yo le he dejado hablar a usté, ahora déjeme usté hablar a mí"? Siempre se ha dicho que las tertulias del corazón son el sustitutivo del patio de vecinos de la sociedad española, que pierde sus ágoras conforme somos cada vez más individualistas y convivimos. En este caso, los debates políticos a cara de perro sustituirían a las charlas de bar. Se vierte la misma información sin contrastar, se dicen las mismas boutades, no se aclara nada, pero huelen a huevos. Un aroma que nos gusta en España, como el Napalm a los estadunidenses.

La Noria llevaba seis años dando guerra. Más que su ‘insustituible' predecesor, Salsa Rosa. Dos sombras alargadas para ‘Abre los ojos y mira', que ha venido pisando fuerte. Lo que en televisión ya no significa poner más bailarinas medio en cueros, más humoristas andaluces y más artistas de éxito internacional. No, ahora hay que agitar las conciencias con alguna ocurrencia rompedora y esa ha sido un reality de gordos que quieren adelgazar para que su vida sea más bonita, poder echarse novia, sentirse mejor consigo mismos, que su salud corra menos riesgos, etcétera. Se llama ‘No seas pesado'.

La idea original viene de Estados Unidos. Allí el nombre es un juego de palabras mucho más directo: "The Biggest Loser" (El mayor perdedor o fracasado). Hasta en la página web del programa se ve que los concursantes visten unas camisetas con los kilos que pesan impresos en el pecho como en una feria de ganado.

Pero a estas alturas de la vida no vamos a discutir qué contenido televisivo es ético o no lo es. Sería como irle a la conga de Blanquerna después de su entrada triunfal con un "yo le he dejado hablar a usté, ahora déjeme usté hablar a mí". En todo caso, que se muestre a un grupo de personas frustradas por su condición física no es agradable. Que se estigmatice la lozanía humana tampoco. 

Al margen de todo esto, si le buscamos el interés lúdico al invento, divierte poco. La vergüenza ajena, que no falta, queda ensombrecida por el hecho de que el concurso parte de la premisa de que esas personas se sienten desgraciadas. Sale un chico, por ejemplo, que dice que tuvo una relación, pero que era sólo por dinero. Cuando pidió un crédito y no se lo dieron, la arpía le abandonó. Otro dice que nunca ha tenido relaciones sexuales. Otra, que ya no puede tenerlas. Una chica se lamentaba de que nunca había podido ir al parque de atracciones. ¡Sábado noche! ¡Arriba los corazones!

El más gracioso era un gay bear. Esa tendencia gay desacomplejada que se opone al culto al cuerpo de homosexuales musculados que se echan cremitas. Cuando explicó que su receta favorita de cocina es tortilla de patata rellena de lasaña con boloñesa se ganó un lugar en nuestro corazoncito. Igual se confundió de programa y donde quería aparecer era en la sección de Guarrindongadas' de Robin Food, en la ETB, donde un chef se hace eco de las porquerías que se cocina la audiencia en momentos de extrema sensibilidad, como cuando uno llega borracho a su casa, tipo bocadillos de chorizo con uvas y hasta donde llegue la imaginación.

En otra fase del programa, a los concursantes se es situaba frente a un espejo y se les interrogaba a lo Ana Pastor en plan "¿qué sientes, te gusta lo que ves?". Era una especie de terapia de shock. Uno decía "sí, siento asco, es así". Muy edificante, seguro que al Monstruo de Amstetten le gusta mucho el programa y lo sigue cada sábado desde su celda. Por si no fuera poco, en un mismo test con batería de preguntas al mismo chaval le dijeron: "¿Te consideras un gordito feliz?". Toda la semana trabajando o buscándolo para el sábado noche recrearse con esto...

Lo demás transcurre entre ejercicios físicos en la piscina, en el gimnasio, y en la convivencia, que ya genera los primeros roces y amoríos. Nada que sorprenda. No obstante, en las comidas todos juntos sí que se han dado sucesos increíbles. Muchos de los concursantes nunca habían probado la verdura.

Kepa, el concursante del que más encantadoras sonrisas nos sacan, podría decirse que de niño fue el regordete que salía al final del anuncio de Kinder Sorpresa de 1992, es el que peor lo pasaba con una ensalada. Le daba asco, decía. Nunca había probado la lechuga ni el pepino. Tan sólo una vez, quién sabe si en estado de embriaguez, se llevó un tomate a la boca. 

De postre, cuando les sacaron una paraguaya, cundió el pánico. ¿Qué era eso? Unos decían que manzana, una ex soldado, que tenía mundo, aseguraba que un melocotón no era.

Al final, la gala se completaba en plan Operación Triunfo, pero en este caso la actuación estelar consistía en subirse a una báscula y comprobar cuánto peso habían perdido durante la semana. Los que menos pierdan, y los que sean nominados por no integrarse en el grupo, abandonarán el concurso. Una competición muy desigual, echar al que no adelgace, porque no todos los metabolismos son iguales, digo yo. 

Decían los blogs de televisión que uno de los motivos por los que este espacio ha fracasado, hizo un 9% y fue la 5ª opción de la noche, es porque a la gente no le gusta ver desgracias. Pues que se preparen cuando tengan que expulsar a un concursante porque no ha podido seguir el tratamiento contra la obesidad, que va a ser para tirar cohetes.

Tampoco deja indiferente el grupo de expertos del concurso. Entre ellos se encontraba Llongueras, el peluquero, con cara de sota, pero diciéndoles a los participantes que eran "admirables". Y Romina Belluscio, la novia de Guti, que es modelo y reportera. Aunque quien tuvo más protagonismo fue Eva Campos Navarro, psicóloga y coach, autora del libro ‘Soy más lista que el hambre' en el que cuenta cómo perdió 70 kilos. Faltaba Risto mofándose de los que no logren adelgazar adecuadamente.

Hay un programa mucho más duro de ver que éste, ‘Cuerpos embarazosos', que ahora mismo lo echa el canal Explora. En su última entrega apareció una mujer con la columna vertebral hecha un ocho, un caballero con la cabeza llena de granos purulentos, una joven con una teta más grande que otra y una cría que el pecho le hacía pitos cuando estaba bocabajo. Todo un show, sí, pero al menos a estos les dan una asistencia médica especializada, no los consejos de Llongueras, y no tienen que competir a ver quién logra llegar hasta el final del tratamiento.

En fin, sólo queda pensar en la familia unida que disfruta con este plan un sábado noche. A este paso, no sería de extrañar que aparezca una nueva coletilla en los sucesos de los informativos de televisión. Imaginen a Hilario Pino diciendo: "El asesino jugaba al rol y... seguía el prime time todos los sábados".

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4 comentarios

Ferran escribió
11/12/2013 09:40

Un gran artículo. La verdad es que he entrado por casualidad. No sabía ni que se emitía este programa. Y os voy a explicar la razón. Hace años, por los programas de prensa amarilla y por contar con una señora de la grandeza intelectual de Belén Esteban, decidí proscribir de mi televisor Tele5. De todas maneras no me sorprende la naturaleza del programa. Pero creo que todo tiene un límite. No se deberían convertir en espectáculo las desgracias ajenas. O al menos eso pienso. Y no sé como alguien puede actuar de presentar en un programa así.... La verdad es que vivimos en una sociedad en que los valores, la ética y el sentido común no abundan... En fin, esperemos que artículos como este contribuyan a enderezar un poco la opinión públiac

rcalber escribió
14/09/2013 16:54

Me parece tremendo la apología que hacen de la anorexia, al consistir el concurso en ver quien pierde más peso en menos tiempo. Yo no sé donde están los del "equipo médico especializado". La otra es la broma de que estan convencidos de que "pierden peso para ser felices" y el equipo promueve la idea. Está claro que tienen un problema de autoestima, probablemente por acoso escolar o laboral, quien sabe, y eso es vital tratarlo. Sin embargo, creo que los han escogido asi porque tienen una especial vulnerabilidad que permite al programa hacerlos llorar o hacerlos sentirses felices, no porque ocurra espontaneamente, si no porque alguien de la direccion del programa decide cuando debe ocurrir cada cosa. El problema es que saldrán de ahi, todo el mundo quedrá conocerlos, les diran que son los mejores, iran a bolos ... a ver que pasa cuando los focos se apaguen con personas tan vulnerables y una autoestima tan baja.

Adela escribió
14/09/2013 12:15

La presentadora del progama, Emma García, me resulta facinante, porque toda su carrera, su piso, su tele, sus inversiones y ahorros, los ha ganado haciendo la telebasura más repugnante. Desde "El Juego de Tu Vida" a esto, es la mayor cosechadora de mierda televisiva del país, no se corta un pelo, a mi me da que es una psicópata de tomo y lomo, y que no hace asesinatos en directo porque no se le ha ocurrido aún. Aparte de esa gloriosa presentadora, nadie ha estudiado aún las muertes causadas por los realities españoles. Hace años murió un concursante y su madre, peleados a muerte, cuando iban JUNTOS conduciendo la madre a un programa de esos horrendos de Telecinco -que creo que además lo presentaba la psicópata esta-. En otra ocasión murió uno de Gran Hermano arrollado por un tren, cosas bien chungas y pestilentes, y seguro que hay muchas más. El problema añadido de estos realities "de gordos" y de gente jodida es que pueden causar estragos en el equilibrio mental de los participantes, y nadie les va a rescatar o ayudar cuando el programa se cancele -y ten por seguro que se cancelará-, ya que, como dices, si en otros países al menos ofrecen una asistencia médica digna, aquí has de conformarte con Llongueras y percal parecido. No es que el programa sea vil, que lo es, es que muestra la vileza en que nada nuestro país, en el que todo vale, todo da igual. Estamos en manos de auténticos mermados y auténticos hijos de la gran puta. Y esto es otra muestra de la triste condición españistaní.

galaico67 escribió
14/09/2013 11:02

"Cuerpos embarazosos" debería ser de visionado obligado- así fuera a punta de pistola y con el look del tratamiento siquiatrico de "la naranja mecánica"- a todos aquellos que te sueltan eso de "la sanidad pública española es ineficiente y es mejor ir hacía la privatización"

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